28 de abril 2004 - 00:00

Prat-Gay: "Sólo queda 5% de depósitos acorralados"

De la deuda, tasas, créditos y crisis energética habló Prat-Gay (flanqueado por Carlos Snopek y Rodolfo Frigeri) ayer en Diputados. Atrás, el economista jefe del BCRA, Claudio Irigoyen.
De la deuda, tasas, créditos y crisis energética habló Prat-Gay (flanqueado por Carlos Snopek y Rodolfo Frigeri) ayer en Diputados. Atrás, el economista jefe del BCRA, Claudio Irigoyen.
El presidente del Banco Central, Alfonso Prat-Gay, criticó ayer el impuesto al cheque por las «distorsiones» que genera en la actividad bancaria y admitió que el sistema financiero tiene aún muchos temas pendientes por resolver.

Fue durante una exposición que se prolongó durante tres horas en la Comisión de Finanzas y Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados. Luego de una presentación inicial (durante una hora y media), llegaron las preguntas de los legisladores, que apuntaron -entre otros temas- a los efectos de una suba de tasas en los Estados Unidos, el déficit cuasi fiscal que tiene el Central por la emisión de Lebac y la evolución del crédito. También hubo requerimientos por «gente procesada que trabaja en el directorio del Banco Central», según el reclamo de la diputada María América González, quien también reclamó aumento de sueldo para los trabajadores del BCRA.

Entre los desafíos del sistema financiero, Prat-Gay señaló que existe un problema de estructura de fondeo por el pase de plazos fijos a cuentas corrientes y cajas de ahorro como consecuencia del impuesto al cheque. Esto se debe a que las bajas tasas de interés generan un rendimiento negativo a los inversores ante el alto costo del gravamen (1,2%). El gobierno anunció que a partir de mayo comenzará una reducción gradual del mismo, aunque en realidad sólo permitirá tomar a cuenta del pago del Impuesto a las Ganancias y de Renta Presunta 0,2% de lo que se pague por el impuesto a las transacciones financieras.

Además, reconoció que los bancos tienen mucha exposición al Estado nacional, ya que «50% de los activos son títulos públicos», admitiendo además un descalce de plazos, tasas de interés y monedas. «La cartera irregular aún es alta», remató.

A continuación, las principales definiciones de Prat-Gay ayer en el Congreso:

• El Banco Central pretende recuperar la política monetaria, que se perdió por completo durante diez años.

• La política monetaria es un instrumento a disponer con discrecionalidad acotada y todo país normal la utiliza para su beneficio.

Una eventual suba de tasas en los Estados Unidos no afectará demasiado al país, porque el Estado no se está fondeando en el exterior y el riesgo-país no es una medida relevante.

Eso sí, un aumento de las tasas haría más difícil conseguir un cupón bajo en el marco de la reestructuración de la deuda. La suba de tasas, a diferencia de otras oportunidades, esta vez será gradual.

• En ningún lado de la Carta Orgánica se establece que el Banco Central debe sostener el valor del dólar. En realidad, el objetivo es abocarse a la defensa del peso a través de un esquema de metas de inflación.

• Estas metas deben ser públicas y transparentes para generar credibilidad en el mercado y reducir el spread de las tasas de interés.

Los CEDRO (Certificados de Depósitos Reprogramados) que existen aún en el mercado son voluntarios, ya que hubo varias ofertas del gobierno para rescatarlos. Quienes todavía los tienen es porque desean conservarlos. Representan apenas 5% de los depósitos del sistema.

• El costo de compensación del sistema durante la crisis en el sudeste asiático llegó a 50% del PBI, mientras que en la Argentina costó sólo 11% y sin ayuda de organismos internacionales.

• La inversión en máquinas y equipos creció 50% durante el cuarto trimestre de 2003 y que por primera vez en tres años habrá un incremento en el stock de capital. El crecimiento este año se ubicará en 8%.

Los bancos tienen un gran excedente de liquidez, que de a poco irán aplicando al crédito. El 50% de ese excedente está concentrado en la banca pública.

La reaparición del crédito genera la aparición del multiplicador bancario, pero todavía no es sencillo estimar en cuánto puede incrementarse la emisión de dinero secundaria.

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