30 de noviembre 2004 - 00:00

Rechazan plan de Lavagna para frenar importaciones

Luiz Inácio Lula da Silva
Luiz Inácio Lula da Silva
El gobierno argentino recibió ayer de parte de Luiz Inácio Lula da Silva el anuncio de que Brasil no aceptará incluir como medida de aplicación permanente dentro del Mercosur trabas automáticas para sus exportaciones, y sólo avalará la continuidad de las restricciones que están actualmente habilitadas dentro del bloque. Esto es, sanciones de tipo antidumping, salvaguardas (dos medidas avaladas por la Organización Mundial de Comercio) y acuerdos entre productores privados.

Con esta decisión, no avanzará una de las propuestas que el ministro Lavagna quería incluir en los acuerdos que los miembros del Mercosur firmarán entre el 16 y el 17 de diciembre en la localidad brasileña de Ouro Preto. En esos días, los cuatro presidentes del Mercosur se encontrarán en esa ciudad histórica para concretar la última cumbre de jefes de Estado del año.

La propuesta de Lavagna que -se sabe-no avanzará, era la intención de incluir como regla permanente y aceptada la posibilidad de que un Estado del bloque imponga cupos a las importaciones de algún producto cuando los ingresos de éste crezcan por encima de un porcentaje y en un período determinado (se habló de 50% en cinco meses).

Este tipo de restricciones fueron anunciadas en junio de este año -de manera unilateral por Lavagna-para frenar las importaciones brasileñas de electrodomésticos, entre ellos, heladeras, cocinas, televisores y lavarropas, todos productos cuyas importacioneshabían crecido más de 60% en los cinco meses anteriores.

Sin embargo, nunca llegaron a aplicarse formalmente, pues con anterioridad ya se habían logrado acuerdos entre los productores privados de los dos países para autolimitar las exportaciones brasileñas de esos rubros.

• Amenazas

Durante las negociaciones y en los últimos meses, hubo amenazas directas desde el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva de recurrir a la OMC si desde la Argentina se insistía en aplicar unilateralmente los cupos a las importaciones.

La idea de Lavagna, sin mucho sustento jurídico, era la de lograr que el gobierno de Lula aceptara la reglamentación de estas medidas como herramienta permanente dentro del Mercosur en el marco de los próximos acuerdos de Ouro Preto.

El gobierno argentino tendrá ahora que tomar una decisión ante la posición brasileña: acepta continuar con el estatus jurídico actual (que sólo permite sanciones antidumping, salvaguardas o acuerdos entre privados para restringir importaciones) o fuerza un conflicto mayor con su principal socio comercial.

Lo que sí se formalizará en la cumbre de Ouro Preto es la aceptación formal del acuerdo que unos días antes (el 9 de diciembre) se firmará en Ayacucho, Perú, con la Comunidad Andina de Naciones (CAN), bloque que integran Venezuela, Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador.

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