La semana quedó a salvo, un excelente 8,5% de aumento dejaron las abundantes líderes del nuevo Merval, ponderadas, pero quedó claro que la rueda del viernes resultó la cita para una profunda toma de utilidad, donde el volumen dilatado no alcanzó para asimilar y los desbordes recortaron precios, hasta 2,6% en el día. El resultado global no estaba en duda, pero lo ocurrido en esa última sesión daba para irse pensando. O solamente una lógica actitud de tomar algún dinero de las veloces ganancias. O bien, la aparición de alguna inquietud en el contexto, capaz de disparar órdenes que todavía no estaban programadas para ese momento. Quizás la conjunción de las dos corrientes, la de los que venden por estar bien saciados por el aumento sucesivo, que genera cierto rasgo de temor en los que ven cuestiones que podrían derivar a más peligrosas para el mercado. Hoy, la plaza abrirá con el afán de resolver qué fue lo que privó en esa jornada de viernes, que recibió órdenes vendedoras en cantidades desconocidas desde hace buen tiempo atrás...
•Mucho ritmo
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Fue un intento por superar otra barrera, de los «600» puntos, el rebotar contra ello y unos pasos atrás dejaron al índice en los «576» puntos. Lo más llamativo resultó que de los $ 57 millones girados en el día, $ 47 millones fueron para las acciones. Y ni aún así alcanzó para equilibrar, retirándose algunas plazas con pérdidas de cinco, seis por ciento. Lo más duro, para Comercial: bajando 10%. Redolarización de deudas en el aire, exigencias del Fondo, todo en un paquete que esta vez sirvió como detonante. Expectativa. Informate más
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