La versión sobre los sobornos de 2000 eclipsó la otra, menos exitosa en cuanto a su verosimilitud: la de las presuntas coimas del Senado que algunos padres de la Patria habrían reclamado a los bancos para no sancionar la denominada «ley Barrionuevo», por la cual se le derivaba a la Asociación Bancaria un porcentaje de la renta por la tasa de interés que cobran las entidades financieras.
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Una de las senadoras apuntadas en aquel «affaire», por su enemistad con el sistema financiero, fue designada ahora como directora del Banco Nación. Se trata de la tucumana Malvina Seguí, quien ya había reclamado, ante el gobierno de Eduardo Duhalde, la butaca que consiguió ahora. Pero le valieron menos a Seguí sus vínculos con el duhaldismo y con Roberto Lavagna (ella siempre abrevó en la consultora Ecolatina, vinculada al librero) que una antigua afinidad con Cristina Kirchner, quien heredó su despacho en el palacio de los Padres (y Madres) de la Patria. Informate más
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