Los mervales tuvieron su gran semana, con un repuntar de 8,5 por ciento en la nómina clásica y que superó largamente a un Bovespa de también buen desarrollo, con casi 6 por ciento de avance, y mucho más distante el Dow Jones, con 2,4 por ciento de alza.
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Actuando en sólo cuatro ruedas, al promediar la semana se consiguió una seguidilla importante de repuntes del orden de 4 por ciento, quedando abierta al viernes la posibilidad de dar otro salto: o de filtrar lo conseguido antes. Esto último sucedió, no se pudo seguir escalando y el logro único: resultó haber mantenido posiciones del jueves.
Fue la ausencia de nuevas órdenes, el detalle que impidió al viernes coronar mejor. De hecho, hubo un arrugue de negocios y con $ 6,3 millones en CEDEAR, lo que quedó para las acciones locales no pasó de los $ 10 millones. Con ello no se podía trepar y ni siquiera mantener lo anterior, aunque esta meta pudo ser lograda. Día en blanco con escasa volatilidad, una banda con mínimo en los «227» y máximo en «234».
La nota mejor es que el cierre estuvo más cerca del punto mayor, con «232». Los dos mervales se aferraron a la cornisa, están sobre los «200» puntos, en un trayecto positivo que cayó como enviado del cielo. En semana electoral en el país el mercado -obviamente- reflejó lo del exterior antes que la abulia política de la ciudadanía, por sus personajes no favoritos...
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