Sería de 10% la primera suba del gas a industrias
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Pero la exclusión del GNC, que equivale a 12% aproximadamente del gas natural que se consume en el país, no estaba planeada en un primer momento y se vio forzada cuando los expendedores afirmaron que no iban a absorber el cargo específico y que lo iban a trasladar a los consumidores.
Con esta excepción, además, el gobierno frenó un ajuste mayor-que tenían en vista los estacioneros, para recuperar el nivel de rentabilidad de dos años atrás, aun cuando todavía son las bocas de expendio de combustibles con mayor ganancia.
De esta forma, según el acuerdo firmado a fin de año, el precio del GNC se mantendrá sin cambios durante todo 2007, a menos que surjan situaciones inesperadas. Esto implicaría que los estacioneros que venden el producto, deberán hacerse cargo del incremento salarial de 19% a los trabajadores, alternativa que sigue suscitando protestas y dudas.
El gobierno evitó así el impacto de una suba del GNC al público, pero provocó escozor en las industrias que quieren ahora que el repago de la obra se reparta más en el tiempo.
Las plantas fabriles y los grandes comercios son también los que deben afrontar los castigos por consumir más electricidad que en igual período de 2005, y los cargos por la ampliación realizada dos años atrás en los gasoductos y la instalación de dos nuevas generadoras eléctricas.
Estos cargos específicos fueron aprobados por la Ley 26.095 durante 2006 para financiar obras de energía que a esta altura resultan ineludibles, y que las empresas privatizadas no pueden encarar con las tarifas actuales.
Es probable que también en el caso de Capital Federal y Gran Buenos Aires, las industrias deban afrontar las primeras subas de tarifas a privatizadas que se autorizarían en los próximos días a Edenor, Edesur y Gas Natural BAN.
En el gobierno predominaría el criterio de que las industrias se vieron favorecidas en los últimos cinco años por el congelamiento de tarifas que llevó a pagar por los servicios mucho menos que en otros países, como Brasil y Chile. Se afirma que aun con los cargos específicos y los incrementos, las empresas en la Argentina pagarán menos por la energía que sus competidores de las naciones limítrofes.
Desde la industria, en cambio, se pretende que la crisis energética la paguen todos los consumidores, para bajar el impacto en sus costos.
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