Telefónica puso en marcha su nuevo organigrama de administración para los ocho países de América Latina donde sus negocios quedaron en revisión. La flamante división bautizada Telefónica Hispam representa una facturación del orden de los u$s10.000 millones y concentra el 30% de los empleos de todo el grupo. Ahora, desde Madrid analizan si el siguiente paso es abrir esta unidad a una oferta pública de acciones o permitir el ingreso de potenciales socios.
Telefónica acelera los plazos para definir su futuro en la región
Los ochos países de América Latina en los que está presente representan casi u$s10.000 millones de facturación.
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En estas cifras globales de Latinoamérica, la Argentina se mantiene en un lugar de privilegio. Según datos provenientes de la central en Madrid, Buenos Aires representó ingresos anuales equivalentes a 2.315 millones de euros al cierre de 2018. Le siguieron Chile, con 2.080 millones de euros y Perú, con 2.075 millones de euros.
El ranking se completa con Colombia (1.468 millones de euros), México (1.175 millones), Ecuador (542 millones), Uruguay (221 millones) y Venezuela (18 millones).
No es un secreto que las crisis recurrentes en algunos países de la región ha provocado un deterioro de los indicadores de rentabilidad durante 2019. El resultado bruto de explotación (Oibda) retrocedió con relación a un año atrás, al pasar del 19,1% (con un aporte de 2.983 millones de euros) al 16,5% (aporte de 1.890 millones).
A tono con esta situación, hubo una caída en los niveles de inversión destinado a estos mercados: en 2018 representaron el 20% del total (1.673 millones de euros) y en los nueve primeros meses de este año se ubicaban en 14,4% (959 millones de euros).
La alta inflación (que en caso de Venezuela logró carácter de hiperinflación y tuvo una expresión más moderada pero igualmente severa en Argentina) fue uno de los factores que deterioró los indicadores. Y también la devaluación de las monedas, que hizo pulverizó los ingresos locales expresados en euros al momento de consolidar las cifras en la casa matriz.
Esto ha colocado en situación de estrés a los directivos locales en la región, que hacen malabares para demostrar a su casa central que a pesar de que su aporte se reduce siguen jugando un papel relevante en cada mercado. En el caso de Argentina, Telefónica tiene más de 30 años de presencia.
Otro dato relevante del peso de América Latina en las cuentas globales de Telefónica es que más de 30% de los empleados totales se desempeña en la región. Los ocho países sumaban al cierre de 2018 casi 37.500 asalariados directos entre los 120.000 trabajadores a escala global.
En este marco, esta semana la agencia Bloomberg informó que Telefónica “está considerando buscar un socio estratégico para su nueva unidad latinoamericana o cotizar el negocio en Bolsa, en su esfuerzo por monetizar su posición en la región, a excepción de Brasil”. Y añadió que “entre los socios potenciales se cuentan Millicom International Cellular SA y Liberty Latin America Ltd. La división incluye a Colombia, Chile, México y Argentina, países que durante mucho tiempo se consideraron clave para las perspectivas de crecimiento de Telefónica. Analistas de Jefferies estiman su valor combinado en 10.900 millones de euros”.
Por lo pronto, avanzó ahora con el organigrama de Hispam, que quedó al mando de Alfonso Gómez, como CEO, que reportará a la directora de Finanzas y Control del Grupo Telefónica (CFCO) y presidenta de la nueva unidad, Laura Abasolo.
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