Trabarán invasión de calzado chino

La Argentina y Brasil intentarán cerrar antes de diciembre, cuando se produzca la cumbre de presidentes del Mercosur de Montevideo, un acuerdo para trabar de manera similar y con las mismas medidas las importaciones de calzado desde China y el resto de los estados orientales.

Además, invitarán a Uruguay y Paraguay para que se sumen a las restricciones para cerrar al máximo el bloque sudamericano a este tipo de compras.

Así lo informaron ayer desde la Asociación Brasileña de las Industrias de Calzados (Abicalçados) que aseguró que en los próximos días se encontrarán con la Cámara Argentina del Calzado para analizar la aplicación de estas trabas paraarancelarias similares a las que anunció el Ministerio de Economía que dirige Miguel Peirano hace 15 días.

Fuentes de Abicalçados señalaron que el gremio ya inició los contactos con sus homólogos regionales para anunciar la creación formal del bloque, que funcionará como «cadena de fabricación latinoamericana para resguardar la industria de la región ante la amenaza asiática».

Incremento

El temor ante la « invasión» de calzado asiático, en especial de China, Vietnam e Indonesia, radica en el aumento de las importaciones entre enero y julio, en las que los 13,1 millones de pares de zapatos por 110,2 millones de dólares representa 65 por ciento más que las de todo 2006.

La iniciativa surge también después de que las exportaciones brasileñas cayeron en 4 por ciento en los primeros siete meses del año, cuando se vendieron al exterior 103,9 millones de pares de zapatos, frente a 108 millones en el mismo período de 2006. A pesar de la caída del volumen físico, el sector tuvo un crecimiento en la facturación de exportaciones, al pasar de

1.000 millones de dólares a 1.117 millones si se comparan los períodos enero-julio de 2006 y 2007.

La razón fue el aumento de 6 por ciento en el precio promedio del calzado, que contrarrestó también la depreciación del dólar frente a la moneda local.

El sureño estado de Rio Grande do Sul se mantuvo al frente en la producción, a pesar del cierre de 43 fábricas en los últimos cuatro años y la reducción de sus ventas (locales y externas), de 744 millones de dólares entre enero y julio de 2006 a 598 millones en los mismos meses de este año.