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Cepo II: prometen terminar con la ley Moreno del "1 a 1"
• Dan más señales para atraer inversiones.
• Permitirían enviar más divisas al exterior y el fin de “un dólar por un dólar”.

Guillermo Moreno
La idea a partir del próximo año es que sólo las compañías que demuestren la verdadera importancia de las compras al exterior recibirán las autorizaciones inmediatas para realizar la operación de comercio exterior; y que sólo las que tengan alto valor exportador o de sustitución de importaciones tendrán prioridad. Se les aclarará también a las empresas que aquellas compañías que sólo importen, y que además ingresen en el país productos que se consideren dentro de Economía como suntuarios, o al menos no de primera necesidad, deberán esperar su turno para poder ingresar estas mercaderías. En la mira, especialmente, están los importadores de automóviles de alta gama o, en general, que no tengan plantas en el país. En la lista están BMW, Porsche, Hyundai, Mitsubishi, Volvo, Land Rover, Kia y Jaguar. De todas maneras, estos importadores aseguran que el "uno a uno" morenista ya había terminado hace rato, y que los permisos para comprar unidades en el exterior e ingresarlas en tiempo y forma era una desventura. Curiosamente, a mediados de 2008 fueron estas compañías las que habían inaugurado este régimen. Fue en una reunión con el exsecretario de Comercio Interior en su despacho en la que se les había informado que sólo si comenzaban a producir en el país las mismas unidades que importaban podían continuar ingresando estos bienes al mercado argentino. Luego de una semana de zozobra, hubo una segunda reunión en la que Moreno flexibilizó su posición, luego de que los importadores de Porsche, la familia Pulenta, le informara que si bien ingresan esos vehículos al país, ellos también exportaban vino mendocino o mosto. El exfuncionario aceptó el argumento y recalculó su régimen: se podría importar si se demostraba que desde otro sector se exportaba. De hecho, el régimen era conocido como el "Pulenta". Esto luego derivó en las asociaciones más cruzadas e insólitas, como el ingreso de aviones y lanchas vip a cambio de vender maníes; muebles y artículos de decoración a cambio de maíz pisingallo (pochoclo), y vestimenta de alto valor a cambio de miel. Los maníes, el maíz y la miel se exportaban de antes. Lo que hubo fue una comisión que los importadores de bienes pagaban a los productores o traders para poder tener la pantomima sobre que también estaban exportando. El régimen morenista además había ingresado en otra etapa desde mediados de año. Al ritmo de la caída de reservas, el exsecretario había vuelto el contador a cero y anunciado a los que querían importar que ya no regía el acumulado de ventas al exterior de 2012 y que si querían adquirir productos del exterior (sean insumos o bienes de capital) debían comprometerse a exportar el mismo volumen en 2013.
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