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Con batería de planteos, Senado espera por jueces

Alejandra Gils Carbó y Carlos Gonella
Desde hace dos semanas, senadores de la comisión de Acuerdos reciben llamados y papers con información sobre los pliegos girados por Balcarce 50. El origen de estos contactos son los tribunales. La excursión al Senado suele ser una oportunidad ineludible para vendettas, rencillas e intrigas que abundan en tiempos de reformas judiciales y planes de democratización.
Estos canales informativos no corren en una sola dirección: por estas horas cotizan en alza las acciones de aquellos funcionarios legislativos que pueden "arrimar", a quienes serán interpelados, alguna pregunta inesperada que pudiera traer complicaciones. Es recordado el caso de la exposición de la procuradora general Alejandra Gils Carbó en el Congreso, cuando ya caída la chance de Néstor Reposo por un CV plagado de imprecisiones, debió someterse a las consultas sobre su desempeño. El bloque de senadores de la UCR vivió una puja subterránea ya que existía la sospecha de que la fiscal había recibido información por parte de un diputado de ese partido. Meras sospechas, imposibles de comprobar, pero que le aportan vértigo a estos procesos de final previsible.
En el caso de Garrigós de Rébori, los planteos se verán alimentados por cuestiones de tipo más político. Jefa de la Cámara del Crimen, en los últimos meses elevó su perfil al asumir la titularidad de la corriente Justicia Legítima, grupo de jueces allegado a Balcarce 50 y firme defensor de la reforma judicial que votó el Congreso y por estos días naufraga en los tribunales. De buen perfil académico, tiempo atrás supo ser una habitué de tertulias más exclusivas en la Corte Suprema. "Ahora nos hace marchas en contra, pero antes venía acá cada dos por tres a tomar el té, suelen recordar, ácidos, los ministros en sus acuerdos de los martes.
Garrigós de Rébori, al igual que el grupo de jueces que comparecerá en el Senado, tiene destino original en una nueva Cámara de Casación Penal creada para la Justicia ordinaria. Una instancia que ni siquiera cuenta con los despachos habilitados. El kirchnerismo tiene un atajo sutil: enviar a tres de estos jueces como subrogantes a la Casación Penal federal, un ámbito que se ha vuelto antipático sus deseos. Carlos Kunkel ya denunció penalmente a la mitad de esa Cámara.
El panorama de Gonella es más complejo. Su nombramiento actual en una unidad fiscal para investigar delitos de lavado de dinero ya está objetado judicialmente y hay una causa penal debido a que Gonella actúa sin acuerdo del Senado. Una situación que devino en denuncias contra Gils Carbó, que lo nombró. No se dirá en voz alta, pero los datos sobre las designaciones de la procuradora animaron, conversaciones en la Corte. . La intervención del fiscal en la causa que involucra al empresario oficialista Lázaro Báez dará lugar a una batería de planteos por parte de los senadores de la oposición.
En su descargo enviado al Congreso, Gonella señaló que las impugnaciones se sustentan en primicias falsas. Su destino será la fiscalía general de Formosa. Los senadores opositores temen que este destino blinde al fiscal de las consecuencias legales de su actuación en la causa de Báez.
Sin embargo, la artimética legislativa favorece al Gobierno y si no aparece la ya clásica complicación del quorum aprobar los pliegos será un trámite.
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