5 de mayo 2009 - 00:00

Pasión Vega: todavía sólo una emoción

La andaluza Pasión Vega se acomoda, en estilo y repertorio, a un target de mayor edad.
La andaluza Pasión Vega se acomoda, en estilo y repertorio, a un target de mayor edad.
Actuación de Pasión Vega (voz). Con Jacob Sureda (piano, dir. musical), Vicente Climent (batería, percusión), Roberto Jabonero (violín, mandolina), José Vera (contrabajo), Héctor Cartechini (bandoneón), José Pantoja (guitarra) y Maite Martínez (coros, percusión). Invitados: Mariachi Real Azteca y Orquesta Hypnofón de Alejandro Terán. (Teatro El Nacional, 2 y 3 de mayo).

La andaluza Pasión Vega es una artista joven pero se planta frente al repertorio y al modo de interpretarlo como si tuviera más años. Y de algún modo, eso queda reflejado en la edad de su público que, al menos en la Argentina, en la noche de estreno mostró una platea en promedio muy madura. Aunque es difícil reconocer al público de esta cantante; fueron tantas las entradas gratuitas que llegaron a manos de la gente por vías diferentes a la compra en boletería, que cualquier análisis queda distorsionado.

Volviendo a lo estético, las virtudes de esta malagueña están en su belleza física, en una sensualidad contenida que sólo juega discretamente, en un listado de canciones que está entre lo mejor que han dado España y América Latina -con mucho tango argentino incluido-, en un grupo musical -donde no falta un bandoneón, dirigido por el pianista Jacob Sureda- que la respalda profesionalmente y, sobre todo, en una voz dulce, trabajada y perfectamente afinada que no deja espacio para ningún cuestionamiento técnico.

Pero ya es sabido: lo artístico se distingue de otras expresiones humanas porque no siempre lo perfecto, lo previsible, lo prolijo, lo «deseable», es lo que hace historia. Vega canta a Enrique Cadícamo, Juan Carlos Cobián, Mariano Mores, los hermanos Expósito, José Alfredo Jiménez, Chabuca Granda, María Teresa Lara, Carlos Gardel, Rafael de León, Discépolo, Amalia Rodrígues, a los más actuales Cacho Castaña y Carlos Cano. Los temas son «Volver», «María la portuguesa», «La Lirio», «Cambalache», «Nostalgias», «Cuesta abajo», «Y sin embargo te quiero», «La copa rota», «Ojos verdes», «Me cansé de rogarle», «Noche de ronda», etc.

Vino a presentar su último álbum, «Gracias a la vida», pero sólo lo canta parcialmente. Y así como no podría cuestionarse una sola elección de los autores y los temas, su técnica, como decíamos, no admite ninguna observación. Pero Pasión Vega es de esas cantantes frente a las que se tiene la sensación de que podrían dar mucho más, que podrían romper el molde en cualquier momento -lo logró, en parte, con su versión de «El jinete» de Jiménez-, pero finalmente se quedan en el marco de lo previsible, en una compostura indispensable en un intelectual pero inaceptable en un artista.

R.S.

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