29 de mayo 2023 - 00:00

EEUU: la inflación, más terca que los políticos, vuelve a preocupar a la Fed

Para la próxima reunión de la entidad, los mercados ya computan un retoque de tasas de un cuarto de punto con 66% de probabilidad. La decisión se tomará el 14 de junio.

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Gentileza: Monitor económico

¿Inquietud? ¿Dónde? La deuda pública no rubricó todavía el destino de su techo legal pero los políticos negocian sin forcejear ni romper una sola teja. El Tesoro agota la caja. Sin embargo, Janet Yellen reprogramó pagos y consiguió oxígeno hasta el 5 de junio. El presidente Biden y su contraparte republicana, Kevin McCarthy, abrochan un acuerdo bipartidario que pueda ser aprobado por el Congreso aunque irrite a las posiciones más recalcitrantes del arco político. Dos agencias evaluadoras de crédito -Fitch y DBRS-pusieron en capilla esta semana la calificación soberana de los EE.UU. Pese a todo, Wall Street no se agitó. Apenas si le hizo un vacío a las letras del Tesoro afectadas en el trance. La nueva emisión a 21 días se colocó a 6,2%. Hubo rindes que treparon hasta 7%. Entretanto, la Bolsa navegó la discusión sin alterarse. Y jueves y viernes, cuando despuntó la luz de una solución, escaló más de 2%. El índice S&P 500 cruzó por fin la frontera de los 4200 puntos, su nivel más alto desde agosto. Avanzó 9,5% en lo que va del año. Siempre detrás del liderazgo del Nasdaq que recorrió ya 23,9% (y 30%, el Nasdaq 100). Nada que ver con la zozobra de 2011. El canto de sirena de la inteligencia artificial, AI, interesa más que la política.

“La terquedad de la inflación es preocupante”, la presidente de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, dixit. La suba de tasas no terminó. Las minutas del último mitin aventuraban su permanencia en 5,25% hasta enero de 2024. Así, imposible. El deflactor del gasto de consumo personal (PCE), la medida predilecta de inflación para el banco central, escaló 0,4% en abril. Su versión núcleo, ídem. Superan lo esperado y lo que los halcones aceptarán de brazos cruzados. ¿Dónde están los progresos después del fogoso raid de la política monetaria? La inflación promedio PCE cerró 2022 en 5,7% interanual y bajó a 4,4%. Pero, la inflación núcleo aumentó una décima a 4,7%. Y la mediana se clavó en 5,8%.

La Fed pretende, en sus proyecciones, que merodeen 3,3%-3,6% en diciembre. La realidad no está lejos de allí (3,7%) si se toman solo los precios de mercado y se excluyen las imputaciones, pero hay que asegurar el éxito de la tarea bajo toda definición. Por eso, los mercados corrieron al vuelo su punto de vista. Para la próxima reunión, ya computan un retoque de un cuarto de punto con 66% de probabilidad. Y 5,50% sería una escala intermedia, no el destino final. Antes de conocer la información, James Bullard abogaba por ir a 5,75% y Neel Kashkari, a 6%. La decisión se tomará el 14 de junio, publicada ya la data crucial de mayo: la creación de empleo y un día después de sopesar la inflación minorista.

¿Comenzó la recesión y lo ignoramos? El PBI creció los dos últimos trimestres (2,8% y 1,3%). Pero su contraparte del lado del ingreso bruto interno cayó y en mayor proporción (3,3% y 2,3%). Existe literatura reciente que basada en la experiencia aconseja tomar el promedio de ambas variables como la definición mejor de la marcha de la economía. Los indicadores económicos líderes, la curva de rendimientos invertida y la destrucción de la cantidad de dinero apuntan también a un escenario de receso, en curso o inminente.

No obstante, preferimos disentir. La fortaleza del empleo tira firme del carro. Por eso tampoco cuajó la recesión “técnica” de principios de 2022. La pandemia confunde. La debilidad puntual del ingreso corriente se suple con creces con los ahorros acumulados tras los planes de estímulo de 2020 y 2021. ¿Qué recesión es esta, que genera 222.000 empleos netos por mes y empuja las ventas finales 3,4%? En abril, como para borrar las dudas, el consumo personal saltó 0,5% real. Eso sí, la FED querrá que se aplaque y ajustará más el cinto. Jay Powell confiaba en el piloto automático (y en la banca frenando su crédito) pero volverá a intervenir. En junio, o en julio (o en ambos). Lo que haga falta para la sintonía fina. Las tasas largas suben (40 puntos base el último mes), y no porque suba la inflación. Sintonizan el arreglo no traumático del techo de la deuda. O sea, una iliquidez incipiente, sin brusquedades. Vacía la caja, el Tesoro deberá pautar las nuevas emisiones en exceso de su gasto para recomponer sus saldos líquidos en la Fed. Wall Street apuesta al aterrizaje suave. Con la euforia confinada a un puñado de papeles. Y con la pica en su objetivo inmediato, los 4200 puntos del S&P. Deberá ganar participación, crecer a lo ancho más que a lo alto para tornarse de veras creíble. Eso es lo menos visible pero lo más difícil.

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