El miércoles a las 9.30 comenzará uno de los plenarios más relevantes del año en el Consejo de la Magistratura. En el orden del día está previsto que se vote la remisión a jury de enjuiciamiento por mal desempeño contra el juez federal de Mendoza Walter Bento, cuyo panorama está ensombrecido. Si el dictamen que aprobó la Comisión de Acusación obtiene dos tercios de los votos de los consejeros presentes, será el primer juez en ser enviado a juicio político para su destitución desde 2017, cuando atravesó el mismo proceso el excamarista Eduardo Freiler. Desde entonces, no ha habido remoción de magistrados. En el mismo momento, el juez que además tiene la competencia electoral sería suspendido en el cargo. Las probabilidades de Bento están acotadas. El kirchnerismo prepara un dictamen propio pero no obstaculizaría el juicio político para un magistrado cuyo juicio oral está próximo a comenzar y que se juega la libertad, más allá del cargo. Desde que comenzó a ser analizado en comisión, el bloque K sostuvo que el dictamen era deficiente y que no había analizado correctamente el descargo del juez, más allá de que se despejaron todas las nulidades que planteó. El número está ajustado.
El miércoles, Bento se juega su jury, el primero luego de seis años
Se requieren 13 votos (si hay asistencia perfecta) para que el juez federal de Mendoza afronte un juicio político y se lo suspenda. Podría sumarse dictamen.
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Además, en la misma propuesta a elevar a plenario está que los consejeros que lo juzguen en el Tribunal de Enjuiciamiento en representación del Consejo sean los radicales Roxana Reyes (Diputados), Eduardo Vischi (Senado) y Miguel Piedecasas por los abogados. No es el único test para medir si algo puede funcionar en el Consejo.
En el medio hay varios concursos: para cubrir seis cargos de jueces en los Tribunales Orales Federales de San Martín; dos cargos en los juzgados federales de Ejecuciones Fiscales y Tributarias; y dos posiciones en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán. Todos esos concursos no ofrecen grandes desafíos para consensuar las ternas que arrastran dictámenes de mayoría y minoría. El reto está ahora en el Senado donde esta semana está prevista una audiencia clave para prestar acuerdos. Sobre todo para establecer si hay chances de que se designen magistrados antes de las elecciones, algo siempre bajo discusión. La Comisión de Disciplina aguarda desestimaciones de expedientes que acumulan más de tres años, o bien pretenden ser desestimadas “in límine”.
Respecto de la situación de Bento, el antecedente más cercano es la decisión de la Comisión de Acusación donde el kirchnerismo se abstuvo y la mayoría opositora logró aprobar el dictamen. Para que prospere el juicio político se requieren 13 votos a favor, sobre 19. El oficialismo cuenta con 6 miembros dentro de su bloque y la expectativa está puesta en la posición del consejero juez por la Celeste Alberto Lugones, que ha venido votando de manera autónoma, pero además integra el estamento de los magistrados. Los jueces son siempre celosos y cautos para bajarle el pulgar a un colega. El problema para el juez mendocino es la ausencia de defensores dentro del órgano de remoción. La situación de Bento tuvo un primer capítulo apenas Horacio Rosatti desembarcó en la presidencia del cuerpo: lo suspendieron del concurso por el que el magistrado -doblando la apuesta- buscaba un lugar en la Cámara Federal de Casación Penal. Fue por unanimidad, entonces, de los 18 integrantes que tenía el cuerpo.
A Álvaro González, Jimena de la Torre, Roxana Reyes, Eduardo Vischi, Miguel Piedecasas se le deberían agregar los cuatro consejeros jueces, incluyendo a Lugones, además de a Diego Barroetaveña, Alejandra Provítola y Agustina Díaz Cordero. La posición de Rosatti puede arrastrar a los dos académicos y a la abogada que responden al bloque que anima Diego Molea. Si todas esas voluntades se alinean el miércoles, alcanzarán los 13 votos más allá de la posición del bloque oficialista que cuenta de su lado con el representante del Ejecutivo Gerónimo Ustarroz, los diputados Vanesa Siley y Rodolfo Tailhade, los senadores Inés Pilatti de Vergara y Mariano Recalde, y su padre el abogado Héctor Recalde. La moneda está en el aire pero las perspectivas para que Bento logre un poco más de oxígeno se apagan. Si hay algún ausente, se precisarán solo 12 votos para enviarlo a jury y suspenderlo. Mientras tanto, el 26 de julio está previsto el inicio del juicio oral que lo tiene como acusado.
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