El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca de Estados Unidos podría desatar una combinación de riesgos y oportunidades para los sectores pretrolero y gasífero a nivel global, que hoy ven el precio del barril estabilizado en torno a 72 dólares el Brent y un GNL de referencia para Europa en ascenso, hasta los 44 euros/MWh (Dutch TTF Natural Gas) por la llegada del invierno.
A cuánto cotizará el petróleo y el GNL con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca
El futuro de la industria del petróleo y el gas dependerá de cómo se equilibren los factores globales y la capacidad de los actores internacionales. Consultoras y expertos estiman ajustes de precios, pero no en lo inmediato.
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Mientras que las tarifas amenazan con frenar la demanda mundial de petróleo y aumentar los costos operativos, la política pro-energética de Washington podría fortalecer la posición de los productores estadounidenses, especialmente en un mercado global cada vez más volátil. Solo una mayor crisis en Medio Oriente podrían presionar al alza los precios del petróleo.
En cuanto al gas, se prevé un fuerte crecimiento de la producción de Gas Natural Licuado (GNL) en EEUU que abarataría el costo de ese producto en el mundo, combinado con una caída en la demanda china de gas, pero que se compensaría con suba de precios en Europa por la incertidumbre en torno al tránsito de gas ruso a través de Ucrania a partir de 2025.
El futuro de la industria dependerá de cómo se equilibren estos factores y de la capacidad de los actores internacionales, como la OPEP, para responder a los desafíos emergentes.
¿Qué puede pasar con el precio del petróleo?
El programa de Trump recoge como principal objetivo que Estados Unidos tenga la energía más barata del planeta, según indicó Cinco Días. Y para ello propone, entre otras cosas, “liberar las enormes reservas de oro líquido en terrenos públicos de Estados Unidos”.
En ese marco, se conoció que los analistas energéticos del Citibank anuncian una fuerte caída del barril de petróleo. “Es probable que el segundo mandato de Trump mantenga los precios bajo presión en 2025. Nuestra previsión de precio promedio del brent es de 60 dólares el barril”, sostuivieron en un informe reciente.
Un barril de petróleo a u$s60 supondría una caída del 20% desde los precios actuales, pero por varios motivos: en principio se supone un efecto de los aranceles de los republicanos, pero también a un posible aumento de la oferta de la OPEP+ y mejoras fiscales ventajosa para la industria, con normativas ambientales más laxas.
Uno de los ejemplos en el giro de la política petrolera estadounidense que se aguara a futuro se puede encontrar el programa de gobierno de Donald Trump, don acusa a su antecesor, Joe Biden, de frenar los contratos de perforación en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico (ANWR) de Alaska, uno de los campos petrolíferos más grandes de Estados Unidos, donde tiene intereses la española Repsol, que en 2017 aseguró haber realizado el mayor descubrimiento de petróleo de los últimos 30 años en suelo estadounidense.
¿Qué puede pasar con el precio del gas?
La consultora Aurora Energy Research publicó un nuevo análisis que cuantifica el posible impacto de las elecciones de EEUU en los mercados globales de gas. Según Aurora, la nueva administración republicana agrega incertidumbre a los mercados energéticos, que podrían ver reducir los precios del gas en los próximos años. Sin embargo, ese efecto puede demorarse más de lo previsto.
“Si bien la elección de Trump añade incertidumbre a los mercados globales de gas, es poco probable que su apoyo a los combustibles fósiles tradicionales tenga un impacto significativo en las tendencias a largo plazo, que están en gran medida impulsadas por el rápido crecimiento de la demanda energética en los países en desarrollo y la descarbonización en las economías avanzadas”, aseguró Jacob Mandel, investigador de materias primas en la firma Aurora Energy Research.
Una de las medidas de Trump que podrían impactar en los precios del gas es que se decidia una aceleración en la expansión de la capacidad de exportación de Gas Naural Licuado (GNL), con aprobaciones de terminales de GNL más rápidas, lo que provocaría una "liberalización" de la energía estadounidense, levantando el freno de Joe Biden, lo que podría aumentar las exportaciones de GNL hasta 15% para 2030.
La consultora estimó que el índice de referencia de gas europeo TTF podría disminuir hasta un 9% en comparación con el escenario central de Aurora si esto ocurre, mientras que los precios del gas asiático también podrían caer hasta un 6%. Para satisfacer esta demanda de exportaciones adicionales, se proyecta que la producción de gas de EEUU crezca un 4% para 2030, según Aurora.
Sin embargo, las exportaciones internacionales de GNL podrían disminuir debido a la menor demanda de China si Trump también introduce sus aranceles universales propuestos.
¿Qué puede pasar con los precios del gas en Europa y Asia?
En paralelo, Aurora también publicó otro informe que reveló un aumento en los precios del gas en Europa y el noreste de Asia, de aproximadamente un 20% en los últimos meses, principalmente debido a la creciente demanda asiática y el limitado crecimiento en la oferta. Esa suba de precios se atribuye principalmente a una mayor demanda de importaciones de GNL en Asia (no china), que se ve agravado por la incertidumbre en torno al tránsito de gas ruso a través de Ucrania a partir de 2025.
Los futuros del gas europeo para 2024 han aumentado un 12% desde julio, lo que ha llevado a un aumento promedio del 1% en el pronóstico de Aurora hasta 2030, a medida que el continente depende aún más de las importaciones estadounidenses. Esta actualización refleja preocupaciones inmediatas sobre el suministro, ya que el acuerdo de tránsito de gas de Ucrania con Gazprom está cerca de expirar a finales de este año. Aurora estimó que el gobierno de Donald Trump no afectaría la expiración del acuerdo de tránsito.
"Es incierto, pero poco probable, que se mantenga el tránsito de gas a Europa a través de Ucrania. Para lograrlo, sería necesaria una intervención significativa de los líderes de la UE, Ucrania y Rusia, y es posible que las negociaciones no lleguen a un acuerdo antes de la expiración a finales de año, antes de que Trump siquiera asuma el cargo. Dicho esto, las señales enviadas en los próximos meses aún podrían influir en las negociaciones, como hemos visto en el pasado, con el acuerdo actual firmado apenas un día antes de la expiración del acuerdo anterior", sostuvo Arturo Regalado, analista senior para el gas europeo en Aurora Energy Research.
Qué pasará con el suministro de GNL a corto y largo plazo
A corto plazo, la capacidad de exportación de EEUU y Qatar proporcionará un efecto estabilizador en la oferta global, amortiguando la volatilidad de los últimos años causada por interrupciones de suministro a corto plazo, como paradas en terminales de GNL en Australia, interrupciones de producción en Noruega y fluctuaciones en los inventarios.
A finales de la década de 2020, se espera que un aumento en el suministro de GNL de EEUU y Qatar reduzca gradualmente los precios. Para 2030, Aurora prevé una reducción del 7% en los precios del gas europeo, situándose en u$s30,7 por megavatio hora (unos 29 euros), a medida que la demanda en China y Europa se ralentiza.
A largo plazo, el análisis de Aurora subrayó que una combinación de competencia estratégica en el GNL y tendencias de producción moldearán el comportamiento de los precios más allá de 2030.
Un aumento en la demanda en Asia, impulsado principalmente por economías emergentes, probablemente impulsará una fuerte competencia por el GNL importado, independientemente de si proviene de EEUU o no, elevando los costos energéticos para Europa y otros importadores, mientras que los yacimientos de gas envejecidos y la insuficiente inversión en países como Noruega y el Reino Unido apuntan a un pronunciado declive en la producción a largo plazo. Esa es es la oportunidad que debe aprovechar la Argentina con sus tres proyectos de GNL: el que lidera YPF, el de PAE con Golar y el Tecpetrol.
Un cambio radical en políticas económicas y climáticas
La reelección de Donald Trump podría desencadenar importantes cambios en la economía global, con implicaciones significativas para la industria petrolera. Según un informe de Wood Mackenzie, la imposición de nuevas tarifas por parte de la administración Trump podría desacelerar el crecimiento económico en Estados Unidos y el mundo, reduciendo la demanda global de petróleo en hasta 500.000 barriles diarios (bpd) en 2025.
Simon Flowers, analista jefe de WoodMac, señaló que el regreso de Trump a la Casa Blanca marcaría un giro radical en temas clave como aranceles, política climática y relaciones internacionales. Si bien se espera que un gobierno republicano apoye un aumento en la producción de combustibles fósiles y retroceda en compromisos de carbono cero, las tarifas podrían generar costos adicionales para las empresas de petróleo y gas.
Este impacto potencial representa un tercio del crecimiento esperado en la demanda global de petróleo para 2025, según WoodMac. Flowers indicó que esta reducción en la demanda podría llevar a una disminución de los precios del petróleo de entre 5 y 7 dólares por barril hasta los u$s67, suponiendo que no surjan otros riesgos geopolíticos, como un aumento de las tensiones entre Israel e Irán.
Las refinerías en Estados Unidos, los posibles beneficiarios
A pesar de la posible caída en la demanda global de petróleo, los refinadores estadounidenses podrían beneficiarse de una mayor protección arancelaria. Según Flowers, “la protección mediante tarifas podría permitir que los refinadores de Estados Unidos superen en desempeño a sus competidores internacionales”.
Sin embargo, el panorama podría cambiar drásticamente si Israel ataca la infraestructura nuclear y petrolera de Irán. En tal escenario, los precios del petróleo podrían subir bruscamente hasta que se activen las capacidades productivas disponibles, que actualmente rondan los 6 millones de bpd.
Producción petrolera en Estados Unidos con Donald Trump
A pesar del apoyo de Trump a la expansión de la producción petrolera y gasífera en Estados Unidos, WoodMac anticipa que esto no impulsará un crecimiento inmediato. “Para las grandes empresas de exploración y producción (E&P), que controlan la mitad de los equipos en la región de Lower 48, las decisiones de inversión seguirán dictadas por marcos de retorno de capital”, explicó Flowers.
Además, las tarifas podrían exponer a la industria a una mayor inflación de costos. Si bien se espera que la administración de Trump suavice las regulaciones sobre emisiones, muchas empresas ya han implementado medidas voluntarias para reducir sus emisiones de alcance 1 y 2.
Por otro lado, simplificar los procesos de permisos podría alentar una mayor perforación en tierras federales. Flowers también destacó que un entorno favorable para el capital podría mejorar las condiciones para nuevas inversiones en la industria.
¿Y si el petróleo sube de precio? El papel de la OPEP
Goldman Sachs, en un informe reciente, proyectó que una interrupción de 2 millones de barriles de petróleo diarios en el suministro iraní podría llevar temporalmente el precio del Brent hasta los 90 dólares por barril, si la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) compensa rápidamente la escasez. Sin la intervención de la OPEP, los precios podrían superar los 95 dólares.
“Gran parte de la capacidad de producción adicional del mundo está concentrada en Medio Oriente”, señaló Daan Struyven, de Goldman Sachs. Esto plantea dos preguntas clave: ¿podrán los productores de la región llevar ese petróleo al mercado, y estarán dispuestos a hacerlo?
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