25 de octubre 2001 - 00:00
Acierta Izcovich al alivianar una pieza de Kureishi
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Estrenó en 1993, pero sus escenas prohibidas la pusieron actualmente entre las películas más vistas de Netflix
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La extraordinaria película protagonizada por Ray Liotta que te atrapará durante una hora y media y está disponible en Prime Video

Belloso y Kureishi.
La actriz y directora Gabriela Izcovich logró una fluida versión escénica, con un muy buen manejo espacio-temporal. La estructura de su obra tiene mucho de montaje cinematográfico, o quizás de unitario televisivo «de calidad», siempre más proclive a explicitar los conflictos que a dejarlos librados a la imaginación del espectador.
Mucha literatura
«Intimidad» abunda en citas demasiado literarias. Pero, por otra parte, recurre a diálogos informales (entre amigos confidentes) y a situaciones cotidianas llevadas a un naturalismo extremo (se come, se fuma y se bebe vino en escena). Este permanente intento de alcanzar un alto grado de verosimilitud tiende a alivianar la tensión dramática de la pieza y a desviarla de su eje central. Por algo, las escenas de mayor interés (la terapia de pareja, la comparativa de agendas) siempre tienen por protagonistas a Javier y a Susana, su rígida y dominante esposa (una excelente interpretación de Gabriela Izcovich).
Sobre el final -y en una vuelta de tuerca muy propia del teatro dentro del teatroqueda en evidencia que la mujer no era tal como la pintaba su marido, pero ya no queda tiempo para desentra-ñar el estereotipo. Esta vez le toca al espectador imaginar cómo sería la verdadera Susana.
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