Jorge La Ferla, investigador en artes y medios audiovisuales, Master en Arte de la Universidad de Pittsburg, ha sido recientemente galardonado por Media Art Histories for Contribution to the Field, uno de los premios más importantes en arte medial. Gracias a su visita guiada personal y como curador de la muestra “El cielo cayendo” pudimos ingresar en el espíritu y la mirada crítica del artista argentino Sebastián Díaz Morales que vive en Amsterdam desde hace 30 años.
Artes plásticas y cine se combinan en notable muestra
"El cielo cayendo" puede visitarse en Arthaus hasta noviembre. El autor es el argentino Sebastián Díaz Morales, que reside en Amsterdam desde hace 30 años
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Una imagen de la muestra "El cielo cayendo", de Sebastián Díaz Morales
Nacido en 1975 en Comodoro Rivadavia, se formó en la Universidad del Cine de Buenos Aires, la Rijksakademie de Amsterdam y Le Fresnoy en Francia. La muestra ocupa dos salas, se incluyen seis videos, rodeados por bandas sonoras diseñadas por el compositor sudafricano Philip Miller y sus obras figuran en las colecciones de la Tate (Londres) y en la del Pompidou de París).
El visitante creería que las imágenes están filmadas mediante una cámara que recorre las escenas en exteriores pero con excepción de “Bosque quemado” en la sala 1, video instalación, pantalla vertical, fue filmada en el Parque Nacional Los Alerces, en el que un personaje cruza un bosque calcinado sobre una planicie nevada.
También en la sala 1 se ve la obra que da título a la muestra “El cielo cayendo”, video instalación de dos pantallas sincronizadas 13’ en bucle , “Retina líquida”, video instalación , módulos led, 13’ en bucle en el que se ven guerras, migrantes, “el mundo en descomposición, en trance, según La Ferla, una advertencia sobre la desidia humana en el destrato de la naturaleza, la intolerancia, los conflictos bélicos, la desinformación”. Estas son capturas de video en estudio, maquetas a las que la lente se acerca con un lento movimiento de cámara.
Todo se realiza por computadora y sus operatorias algoritmos y tráfico de datos. El streaming enviado por las redes desde el estudio del artista en Amsterdam es formateado para ser distribuído a través de códigos y sincronismos. Son los miniordenadores raspberries, de tamaño compacto, casi como una tarjeta de crédito, ocultos en las dos salas que programados operan como controladores de toda la información de sonido e imagen.
Un nuevo lenguaje con el que debemos familiarizarnos ya que nuestra formación salvo algunas muestras tecnológicas de las que nos hemos ocupado en estos años, está limitada a imágenes de cuadros , pinceles, líneas de dibujo, grabados , fotografías, videos que también expresan el derrumbe de una civilización que ha sido llevada al espectáculo, lo que nos recuerda al filósofo y ensayista francés Guy Debord (1931-1994) y su libro “La sociedad del espectáculo” en el que analiza cómo el arte se convierte en una mercancía que se presenta como un producto, perdiendo su potencial crítico o transformador para convertirse en una experiencia superficial y controlada.
Nada de esto sucede en “El cielo cayendo” ya que Díaz Morales propone desmontar las imágenes del desastre hasta encontrar en sus entrañas los códigos para reescribir el futuro”. El artista usa el término “apocalíptico” para describir la condición permanente que habitamos: un clima más que un cataclismo”. Una muestra para reflexionar sobre un futuro posible un mundo más rico y salir de un mundo tan dividido como el actual, de tantas crisis, de tantas grietas que nos separan.
Díaz Morales señala que “no encontrará la solución pero aquí se ven las guerras, las crisis ecológicas, escenas que nos hicieron acordar con lo realizado recientemente por el Conicet ya que todavía se puede explorar el universo y encontrar vida. Su mirada, sin concesiones, sobre el estado actual de la humanidad, una propuesta que revista carácter de urgente.
Arthaus, Bartolomé Mitre 434. Entrada gratuita de 13 a 20. Clausura el 16 de noviembre.
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