6 de diciembre 2018 - 00:14

Un mago de la animación habla de sus secretos

Visitó el país para presentar "Wifi Ralph" - En la secuela de su éxito, que hoy encabeza la taquilla en los EE.UU. (acá se estrena en enero), sus héroes se aventuran en el interior de internet.

Rich Moore. Uno de los nombres top en la animación, también dirigió capítulos de Los Simpson.
Rich Moore. Uno de los nombres top en la animación, también dirigió capítulos de Los Simpson.

“En ‘Wifi Ralph’ aparecen marcas de sitios reales de la web. Algunos hasta participan en el film, como ebay. Pero cuando pensábamos la película no podíamos estar pendientes de gestionar la aparición de cada una de estas marcas. Salvo en casos puntuales, donde se inventaron sitios imaginarios, hicimos de cuenta que estábamos filmando una película en la calle. Uno ve una película donde los personajes están un auto y, a medida que avanza, se ve un McDonald’s, o un cartel de Coca Cola o cualquier otra marca masiva, y uno no la va a borrar del film, ni va a gestionar un permiso, porque simplemente está en la vía pública”.

Durante una visita a nuestro país, el director Rich Moore dialogó con este diario y explicó algunas de las estrategias que siguió para su nueva película “Wifi Ralph” (“Ralph Breaks The Internet”, que se estreno en los Estados Unidos la semana pasada y ya está encabezando la taquilla (en la Argentina tiene fecha de estreno el próximo 3 de enero). En la película original, “Ralph el demoledor”, Moore llevaba al espectador por un viaje dentro de los viejos juegos de fichines al estilo de los Mario Bros, mezclando juegos ficticios inventados para la película con algunos reales y famosos como el PacMan o Street Fighter. Ahora, en esta segunda parte, el viaje es a través de internet, ya que Ralph arruina el juego de su amiguita Vanelope y la única manera de que no lo jubilen es comprar un volante vintage que se subasta en ebay. La trama es una excusa para burlarse de los virus, los videos virales, e ironizar sobre el lado oscuro como las ventajas de la web.

“Hay cosas que son obvias, como que las marcas son una continuación del mundo real. Pero hay otras que requieren más imaginación: por ejemplo, nos costó personificar al virus que provoca efectos apocalípticos en la película, y terminamos creando un personaje con un perfil alocado, con una pizca del líder marciano de “El vengador del futuro” de Paul Verhoeven”, dice Moore, cineasta que recorrió todos los departamento técnicos y creativos de la animación hasta llegar a dirigir algunos de los episodios más famosos de programas como “Los Simpson”, “Futurama” y “El Crítico”, además de largometrajes más recientes como la citada “Ralph el demoledor” y “Zootopia”, por la que recibió el Oscar al mejor film de animación. Tanto estos films como la flamante “Wifi Ralph” están fotografiados en un formato técnico inusual, el Dolby Vision Scope, que mete al espectador en una pantalla ancha al estilo de los tiempos clásicos del CinemaScope y el Technirama, sólo que aplicado a la animación digital moderna. Teniendo en cuenta que el formato solo ha servido a cinco largometrajes, y tres de ellos fueron dirigidos por Moore, está claro que es un detalle importante para este experto en cine animado: “podría argumentar un montón de conceptos artísticos y estilísticos como excusa para el formato Scope, pero siendo honesto, la verdad es que luego de tantos años de trabajar para la pantalla chica, al llegar a dirigir cine quería que la imagen se sintiera lo más grande posible, como si fuera una auténtica película. Como espectador me gusta sentirme dentro de la pantalla. Y concibo las imágenes para este formato, no me resulta un gran desafio técnico o estético. Y tampoco implica un gasto económico teniendo en cuenta que hay más imágenes que en un formato convencional, y que sirve para describir las cosas que uno está contando con más potencia”.ch Moore, que ya estuvo en la Argentina un par de veces promocionando películas como la primer Ralph el demoledor, se le ve todo lo exultante como puede estar un director cuyo ultimo trabajo lidera el box office. En este sentido, asegura que no sintió ninguna presión para replicar las excelentes cifras del film original, ni tampoco por estar dirigiendo una superproducción cuyo presupuesto termino ascendiendo a los 150 millones de dólares. “La verdad, cuando estoy una haciendo una película no tengo la menor idea de cual será el presupuesto final, ni tampoco me puedo detener a pensar cuanto mas dinero costara tal o cual elemento, simplemente porque eso me bloquearía absolutamente en lo creativo y no podría hacer nada. Mi manera de trabajar es que yo me ocupo de lo creativo y los productores del presupuesto, y siempre trabajo con un productor muy amable que cuando falta indicarme algún recorte o algo por el estilo se va a ocupar de avisar del modo mas cortes y suave posible. Por eso puedo asegurar que dirigir una superproducción no me genera ningún tipo de presión. Presión era lo que debería haber experimentado con los presupuestos limitados de las series de television”.

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