18 de abril 2024 - 14:55

Aventuras de un gato británico con tres vidas adicionales

El film de animación de Christopher Jenkins fabula, para los chicos, las sucesivas reencarnaciones del protagonista, y para los adultos desliza algunos guiños sobre la política inglesa

Contra las siete vidas de un gato (o nueve, en los países anglófonos), éste tiene diez.

Contra las siete vidas de un gato (o nueve, en los países anglófonos), éste tiene diez.

Como es sabido, por acá los gatos tienen siete vidas, pero en otros lados, como Inglaterra, tienen nueve. El protagonista del film de animación “Un gato con suerte” tiene diez. Pero, la verdad, no tiene suerte. Mejor dicho, la disfruta al comienzo, cuando consigue una dueña que lo malcría, y al final, pero el final no vamos a contarlo. Solo diremos que al comienzo de la película es un caballo (y que siempre se lo distinguirá por tener ojos de dos colores, lo que se llama heterocromia iridium)

Esto lo explica el propio gato. Se había vuelto tan gordo, egoísta y descuidado que, sin darse cuenta, un día se murió del todo. Por suerte en el Departamento de Reencarnación una mujer angelical lo fichó como “egocéntrico, posible psicópata”, y lo ubicó en un plan piloto: para merecer una décima vida como gato, primero pasaría por otras nueve vidas, pero en una como tejón, en otra como rata, y cucaracha, y así, hasta transmigrar en animales como el perro y el caballo, capaces de tener sentimientos nobles y pelear por sus dueños, aunque éstos los malinterpreten y no les agradezcan.

Es lo que pasa con su dueña. Ella está en el posgrado de biología desarrollando un proyecto de conservación de las abejas, y su asesor docente la estimula, pero con la secreta intención de hacerla fracasar en público para imponer su propio proyecto, nada menos que la eliminación de la especie y su reemplazo por abejas electrónicas. El animal lo descubre, lucha como puede, será incomprendido y solo al final tendrá su recompensa. Ahora bien, ¿comprenderán los chicos este asunto de puja científica?

No importa, para ellos queda claro quiénes son los buenos, quién es el malo y qué esfuerzos debe hacer el gato para tener su décima vida como gato. Pequeña ironía: los responsables de esta película inglesa dibujaron al malo bastante igualito a sir Jacob Rees-Mogg, un político conservador de propuestas muy poco ecologistas. Y a los buenos, casi todos como ingleses de ascendencia africana. Director, el veterano Christopher Jenkins, con bajo presupuesto y la colaboración de Ken Cinnamon y Karen Wengrod, guionistas que vienen de la época de “He-Man”.

“Un gato con suerte” (Ten Lives, Gran Bretaña-Canadá, 2024); Dir.: Christopher Jenkins. Animación.

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