18 de octubre 2001 - 00:00
"Busqué mostrar el perfil de entrecasa de la diva"
-
Una delicia del extenso catálogo de Netflix: dura casi dos horas, fue nominada en los Premios Goya y cuenta con la increíble actuación de Juan Minujín
-
Un lujo transformado en película: de qué trata la comedia dramática que brilla en Prime Video y es de lo más apreciado

Kado Kostzer.
K.K.: Como yo venía del proyecto del musical sabía que el material era muy vasto, por eso me pareció muy inteligente que Pam Gems ubicara a Marlene en un camarín, en la última etapa de su vida, a fines de los años '60. La Dietrich está en un teatro de París, ofreciendo uno de sus últimos recitales. Esta vez no la acompaña su habitual vestidora sino una amiga con la que seguramente ha tenido una relación sexual. La chica sufre desde humillaciones terribles hasta las muestras de amor más increíbles por parte de la diva. Marlene es muy contradictoria, pero aclara que ella tiene que acostarse con todo el mundo porque eso crea mejores relaciones: «Yo siempre estoy pidiendo favores a mis amantes esclavos», dice en un momento.
P.: Tendría otros costados menos «terribles»...
K.K.: Como amiga era excepcional. En eso coinciden todas las biografías. Además era una auténtica ama de casa alemana, llegaba a las filmaciones con bizcochitos para todo el mundo o con un termo de caldo. Lo que a mí me interesó es el perfil de entrecasa del personaje, no sólo su glamour. Esta es una mujer que se enfrenta al miedo a envejecer y a dejar de seducir al público. Cuando va a salir a escena tiene una frase genial. Se mira al espejo y dice: «A ver si los engañamos una vez más».
Similitud
P.: ¿Cómo trabajó la similitud con el personaje?
K.K.: Para este tipo de trabajo uno tiene que pensar lo siguiente: ¿Quién puede hacer mejor a Marlene físicamente? Un travesti. Entonces, para qué exigirle a una persona que se metamorfosee en Marlene con una copia casi intacta. Se hace a la Callas, se hace a la Piaf, pero nadie canta. Nosotros queríamos dar un paso más adelante y hacer que la actriz cantara en vivo. Un travesti puede hacer playback porque es parte de un gé-nero, pero me parece indigno ponerle a la actriz el disco de una cantante. Yo nunca la podría humillar de semejante manera haciéndola hacer un número de travestis. Primero que nada, Regina es una mujer muy linda, tiene unas piernas preciosas y es muy buena actriz. Además, canta con un gusto exquisito (la obra termina con un show de cinco canciones: «Lola», «La vie en rose», «Lili Marlene», «Johnny», «Falling in love again»). Realmente, en ningún momento quisimos hacer un calco de Marlene, preferimos que fuera su espíritu el que estuviera rondando por aquí.
Dejá tu comentario