22 de marzo 2005 - 00:00
El teatro apunta a consolidar los shows para los más chicos
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Periodista: ¿Qué fue lo que más las atrajo de esta obra?
Ana Padilla: Yo hice «El pájaro azul» en 1978, dirigida por Andrés Zubov, un gran director formado en la escuela de Moscú, y desde entonces siempre soñé con dirigirla. Es de una gran belleza y está llena de simbolismos que los chicos comprenden naturalmente. No por nada Maeterlinck recibió, en 1911, el Premio Nobel de literatura. Es una obra muy frecuentada; la adaptaron para ballet, teatro de títeres (El grupo de titiriteros del Teatro San Martín dio a conocer una versión en 2002) y hasta tuvo varias versiones cinematográficas. Una en cine mudo, otra protagonizada por Shirley Temple y una tercera, de 1976, en la que trabajaron Elizabeth Taylor y Jane Fonda.
P.: ¿Qué tuvieron en cuenta para la adaptación?
Marisé Monteiro: Sólo tuvimos que filtrar algunos pequeños grumos que dejó el paso del tiempo. Condensamos algunas situaciones para darle mejor ritmo, pero no más que eso. Cuando adapté «La cenicienta» se casaban todos, hasta las hermanastras. Pero, en este caso no hubo ninguna concesión porque el «El pájaro azul» es una obra impecable, tiene una acción y un mensaje tan fuertes que no fue necesario agregarle nada.
A.P.: Además, en un mundo donde prima la violencia y el materialismo se hace imperioso volver a creer en los sentimientos, valorizar lo que uno tiene y lo que uno es. Yo necesité contar estas cosas y darles el marco que se merecían. La puesta incluirá a 14 actores elegidos por casting que tendrán a su cargo 19 personajes.
P.: ¿Cambió mucho el teatro infantil en las últimas décadas?
M.M.: Sí, muchísimo, porque el mundo también cambió. Pero yo recién me dí cuenta de eso cuando hace diez años vi «El rey león» en Londres. Fue ahí donde empezaron a aparecer temas que antesno se tocaban en el teatro infantil.Yo, por ejemplo, quince años atrás no me hubiera atrevido a poner la escena de los abuelos muertos que aparece en «El pájaro azul». Pero hoy los chicos manejan más información y tienen habilitados otros temas. Ya no hay una división tan tajante entre chicos y grandes. Todos disfrutan por igual de «La bella y la bestia», «Shrenk» o «Los increíbles».
P.: ¿Sirve viajar para ver el teatro que se hace en el resto del mundo?
M.M.: Sí, todo lo que gano me lo gasto en viajar para ver qué se está haciendo. Ahora la gran movida está en Berlín, pero debo aclarar que el rubro teatro infantil no tiene mucha presencia en el mundo. Por ejemplo, en Broadway, está relegado al under. Y cuando se trata de grandes producciones, como «El rey león», hay más grandes que chicos entre el público. «Y qué querés -me decía un amigo- si en Manhattan no hay niños».
M.M.: Ahora tengo ganas de viajar a Londres para ver «Mary Poppins», que está teniendo un gran éxito. Pensar que nosotros la pedimos con Solita Silveyra hace 15 años y la autora, Pamela Travers (es decir la escritora australiana Helen Lyndon Goff), no nos quiso dar los derechos porque seguía enojadísima con la película que había hecho Disney. Pero la mujer murió en 1996 y todo quedó en manos de sus herederos ¿Y a quién le vendieron los derechos? ¡Otra vez a la Disney!
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