4 de febrero 2003 - 00:00
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Mario Cravo Neto (1947) nació en Bahía, Brasil. En 1964, se trasladó con su familia a Berlín, donde su padre, un artista significativo había sido invitado como residente. No asistió a una escuela convencional hasta que estudió fotografía en el Artists Students League de Nueva York (1968-70). A su regreso a Bahía, trabajó como artista conceptual e hizo cine, y a mediados de los 70, abrió su estudio de fotografía. Para Cravo Neto lo fundamental es la idea. Nido de fibra de vidrio fue su primer obra ambiental, presentada en la Bienal de San Pablo de 1977. La fotografía para él es un medio y, a la vez, una apropiación.
Vik Muniz (1961) nació en San Pablo, Brasil, y en 1983 se trasladó a NuevaYork. En los años 80 realizó objetos y en 1991, inició sus series fotográficas. Representó a Brasil en la última Bienal de Venecia. En sus originales Imágenes con chocolate, utilizó la golosina como sustancia simbólica que posibilita reinterpretaciones: deseo, exceso, lujo, amor. «Mi trabajo trata de las diferentes maneras posibles de arribar a lo que se llama comúnmente realismo», en el sentido de que siempre puede haber muchas versiones de un mismo objeto, de un mismo hecho. Muniz muestra esas distintas versiones. El material o la sustancia son siempre importantes, como en Niños de azúcar o Imágenes de alambre, pero la fotografía es un medio que le permite acercase al contemplador y materializar sus ideas.
Rosangela Rennó (1962) nació en Belo Horizonte, estudió en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Minas Gerais (1981-86), en la Escuela de Comunicación y Arte de la Universidad de San Pablo (1989-97), y en 1990 se trasladó a Río. «Siento que tengo una cierta obligación de hacer visibles estas imágenes», señaló Rennó. Es decir, ella trata de exponer ciertos archivos escondidos u olvidados, que general-mente corresponden a épocas de amnesia. Su instalación Imemorial fue un homenaje a los trabajadores que murieron cuando se construía la ciudad de Brasilia.
• Panorama
Maruch Sántiz Gómez (1975) nació en Cruzton, Chiapas, México. Desde los comienzos de la década del 90, inició el aprendizaje del Tzotzil, su lengua nativa y participó en la asociación de indígenas escritores y actores. Creencias: Es malo vernos en el espejo en la noche, porque se tapa uno la vista; Si los puercos bailan, es que va a llover ese día; son algunas de sus obras. Sobre esta recuperación ha dicho « ... veo en la actualidad que ya se está olvidando todo lo que había en la cultura ancestral».
Paz Errázuriz (1944) nació en Chile. Se formó como docente en la Universidad de Santiago. En 1981 fue cofundadora de la Asociación de Fotógrafos Independientes, y en 1993 estudió en Nueva York, en el Instituto de Fotografía Contemporánea. Para Errázuriz la fotografía es arte cuando se convierte en una mira-da personal: no es un espejo fiel de la realidad, sin elaboración, un tamiz, un velo individual. Sus obras se caracterizan por hechos y personas marginales. Para ella existe un continuo y variaciones sobre el mismo tema; son espacios cerrados, de minorías, fuera del sistema y del ámbito del poder. Su mirada no es la del voyeurista, ya que necesita el consentimiento de los fotografiados; son locos, travestis, drogados, con los que logra un vínculo muy cercano. El infarto del alma lo realizó en un hospital psiquiátrico. «Creo que la empatía hacia las personas que fotografío se traduce en una complicidad que me tranquiliza.» Luis González Palma (1957) nació en Guatemala. Se graduó como arquitecto en 1982, en la Universidad de San Carlos, y luego residió dos años en París (1994-96) y uno en Nueva York (2000). Vive y trabaja alternativamente en Guatemala y en Córdoba, Argentina. Considera que sus fotografías son autorretratos metafóricos, pero que siempre existe un velo que opaca la representación de la realidad. Lotería recupera un juego popular con imágenes, que habían traído los españoles a América para enseñar a leer a los aborígenes. González Palma transforma las figuras tradicionales del rey, el pájaro, la muerte, la rosa, con diferentes sentidos. Entre ellos, Soldado, un indígena que fotografió en 1993.
Marta María Pérez Bravo (1959) nació en La Habana, y estudió en la Academia San Alejandro (1975-79) y en el Instituto Superior de Arte de La Habana (1979-84). Desde 1995, vive en Monterrey. Realiza objetos sagrados, religiosos, como Santería, pero recreando objetos que existen. Sin ningún tipo de manipulación de negativos, sus imágenes son directas, y se caracterizan por aparecer descontextualizadas, ajenas a un tiempo y espacio precisos. «No tengo estudio, ni dispongo de iluminación especial. Es siempre la luz natural: todo muy precario... pero a mí me gusta. Me interesa mantener ese nivel de artesanía.»
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