19 de mayo 2004 - 00:00

Maratón de cuentos ferroviarios

Antología "En la vía. Cuentos desde un tren" (Bs.As., Norma, 2004, 278 págs.)

Maratón de cuentos ferroviarios
Diez narradores argentinos (desde Manuel Mújica Láinez y Julio Cortázar hasta escritores que recién empezaron a publicar ya iniciada la década del '90) conviven en esta variada antología, cuyo motivo literario son los viajes en tren. El poeta y escritor Christian Kupchik se ocupa de reseñar en un extenso prólogo el fuerte impacto que produjo en nuestra civilización la llegada del ferrocarril, con sus cambios de conductas y costumbres y su fuerte impronta en la fisonomía urbana.

Anécdotas y citas literarias van conformando la historia de este fenómeno que aunque ha dejado ser un símbolo de progreso (al menos en la Argentina) sigue conservando cierto halo de aventura y romanticismo. El texto que abre esta antología es toda una curiosidad, su autor Mújica Láinez relata algo tan simple como un viaje de Retiro a Tigre, pero estos «Apuntes de un viajero desocupado» tienen la agudeza y la frescura necesarias como para que el lector viva la experiencia narrada como propia. El magníficorelato de Cortázar, «Final de juego», tiene su contrapunto en «El cielo entre los durmientes» de Humberto Constantini, que también evoca un cuadro de infancia pero sin la carga metafísica del primero. Dos textos se destacan muy especialmente, tanto por su maestría literaria como por la riqueza de sus contenidos. Estos son: «Un viaje en tren» de Héctor Tizón y «Los frutos del árbol de la vida» de Angélica Gorodischer. Abelardo Castillo está presente con un misterioso cuento («Triste Le ville») donde el viaje en tren se transforma en angustiante metáfora de la existencia. Mientras que Elvio Gandolfo (en «Ferrocarriles Argentinos») lo compara, muy lúdicamente, con la escritura literaria. En un plano más realista, « Excepto los trenes» de Jorge Consiglio, «Los trenes de la muerte» de Sergio Olguín y «Las fotos» de Gustavo Nielsen aportan violentas imágenes de la vida en la ciudad, ya que el ferrocarril reúne a una inquietante fauna, que más allá de viajar por trabajo o por placer, se codea día a día con la muerte, ya sea por la presencia de suicidas (o delincuentes) o a consecuencia del lento desgaste que impone la rutina. En pocas palabras, «En la vía» dibuja un conflictivo cuadro de la sociedad argentina.

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