Si bien es cierto que sería apresurado emitir un juicio definitivo acerca de los logros de la nueva dirección del Ballet Estable del Teatro Colón, en manos desde este primer programa mixto de la ex bailarina cubana Marta García, ya se advierten en él ostensibles mejoras para la compañía, que se hallaba sin director desde mediados del año pasado.
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La reposición de «Las sílfides» realizada por García junto a su esposo, Orlando Salgado, exhibió un cuidado formal y anímico, ejes del lenguaje clásico-romántico de Fokine», quien trabajó «Las sílfides» como un refinado friso evocativo de los grandes ballets «blancos» del período romántico. Las evoluciones del conjunto, sólo o junto a los solistas, y los fragmentos destinados a estos últimos (vals, mazurcas, preludio y pas de deux) resultaron ideales para revivir la codificación de la danza del siglo XIX.
Las cualidades de musicalidad, legato, melancolía y clima etéreo que son patrimonio estilístico de la obra fueron captadas por los intérpretes de esta ocasión, que habrá que pulir, pero ya con buenas condiciones técnicas y dramáticas para la obra. Fueron excelentes las performances de Silvina Perillo y Maricel De Mitri en los roles principales.
En una muestra de eclecticismo y flexibilidad, el Ballet Es-table cerró el programa con una magnífica puesta de «La consagración de la primavera», diseñada por Oscar Aráiz como un gran ballet antropológico. La compañía puso todo el vigor y la potencia étnica que exige.
Entre estas dos obras extremas hubo tres pas de deux clásicos de Petipa bailados con mérito por los solistas y primeros bailarines de la agrupación. Lo mejor, Gabriela Alberti en «Bella durmiente», «Alventosa-Astesiano en «El corsario» y Karina Olmedo-Alejandro Parente en «El cisne negro», encarando con técnicas precisas y poder expresivo las características de los aspectos plásticos del espectáculo y la interpretación de la Orquesta Filarmónica de «La consagración» de Stravinsky, contribuyeron a la solidez de este primer programa mixto, que si bien no trajo novedades, expuso con creces las posibilidades de la primera compañía de ballet del país.
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