24 de marzo 2005 - 00:00

San Luis y Neuquén compiten como polos del cine nacional

Reinaldo Labrín, secretario de Cultura de Neuquén: «La intención es fundar una industria y no sólo otorgar créditos».
Reinaldo Labrín, secretario de Cultura de Neuquén: «La intención es fundar una industria y no sólo otorgar créditos».
San Luis y Neuquén, provincias distantes del oficialismo, también intentan hacerlo en materia cultural. Desde hace tiempo buscan convertirse en polos cinematográficos que desarrollen la industria, festivales de cine internacionales y carreras afines con invitados de prestigio para brindar master classes. Ambas provincias apuestan a convertirse en las usinas del cine en la Argentina y no en meras entidades que otorgan créditos para filmar o formadores de alumnos en carreras audiovisuales que luego salen al mercado en busca del prespuesto que otorga el Estado para filmar.

En la provincia de Jorge Sobisch ya se realizó una inversión de cuatro millones y medio de pesos para el desarrollo de la industria. El secretario de cultura de Neuquén, Reinaldo Labrín, dijo a este diario: «No nos limitaremos a dar créditos. Es una oferta pensada para el extranjero, para que vengan a filmar por la atracción no sólo del paisaje sino por la industria que queremos desarrollar aquí, con estudios de cine, maquinaria y la apertura de la escuela. El año pasado nos acompañaba José Miguel Onaindia en el proyecto pero tenía otra idea, más cercana a la de créditos, pero nosotros queremos fundaruna industria. Todo este proyecto será comandado por Ricardo Wullicher, que ya tiene apalabrados a Alan Parker y Martin Scorsese para brindar master classes a los alumnos de la escuela. Nos inspiramos en el Sundance de Robert Redford».

Excesivamente optimista quizá, Labrín negó de plano una inspiración en San Luis, que hace dos años aplica el plan «San Luis Cine» con la ley provincial de fomento que ofrecía incentivos de 25 millones de pesos para filmaciones. La provincia lo venía haciendo en forma de subsidios, con 50% de la financiación y la exigencia de que 80% de la película fuera filmada en la provincia. La norma también estipula la contratación del personal en San Luis. Sin embargo, ante la falta de especialización, desde abril se implementará un plan de capacitación y la apertura de una carrera en la materia.

Graciela Corvalán,
que participa del Plan San Luis Cine, dijo a este diario: «Hasta ahora dimos préstamos y mucha gente participó en las películas, pero no tanta como la que aspiramos a partir de ahora. Hubo más integración a nivel actoral, por caso Norma Argentina, la actriz nominada a varios premios por «Cama adentro» (con Norma Aleandro) es una sanluiseña que surgió de casting».

Entre las películas que se filmaron bajo el convenio y ya se estrenaron figruan «Cruz de Sal», de Jaime Lozano, «El juego de Arcibel», de Alberto Lecchi, «Suspiros del corazón», de Enrique Lipschuts, «Micaela», de Rosana Manfredi, «Próxima salida», de Nicolás Tuozzo, «Chiche bombón», de Fernando Mussa y «La mina», de Victor Laplace.

En San Luis se filma actualmente «La verdadera historia de Martín Fierro», de Gerardo Vallejos con Juan Palomino, y en abril comienzan las grabaciones de la novela que se verá en «Canal 9» con Andrea Del Boca y Palomino, «Sálvame María», de la productora de Jorge «Corcho» Rodríguez. En post producción están «El buen destino», de Leonor Benedetto, con estreno estimado para setiembre; en mayo lanzan «Iluminados por el fuego» de Tristán Bauer, premiada en San Sebastián, y «Cama adentro», de Jorge Gaggero. Este año se filmarán «Hotel Tivoli», coproducción con la productora Filmanova (España), «La velocidad funda el olvido», de Marcelo Schapces, y «Pedile a San Antonio», primera película dirigida por Dady Brieva, quien también la protagonizará. «Fundamos ARAN, Asociación de Realizadores Audiovisuales Neuquinos y tenemos la idea de hacer el festival Cine Neuquén Corto, que no exisite en otra parte país. No cometeremos el error de declarar competitivo el festival a nivel internacional, para evitar que lleguen sólo películas flojas. Es obvio que si los buenos cortos del mundo tienen que elegir si competir en Neuquén, en Cannes o en San Sebastián, llegará aquí lo peor», declara realista Labrín.

En julio abre la escuela de capacitación para cine en Neuquén, donde habrá un examen de ingreso para evitar el exceso de cineastas en busca de subsidios. Esperan un egreso de 50 realizadores por año como máximo.
«No cometeremos el error de Córdoba, por ejemplo, de cuya escuela de cine salen 2000 egresados por año y luego van a tocar la puerta del Secretario de Cultura para que les otorguen crédito para filmar», agregó Labrín.

En San Luis, proyectan la creación de la ciudad del cine en La Punta, fundada en marzo de 2003 y concebida como ciudad cultural, tecnológica y deportiva. En abril llamarán a concurso para el diseño arquitectónico de lo que quieren sea la ciudad temática del cine. La Punta, junto con la Ley de fomento de la industria cinematográfica, funciona hace dos años. Sin embargo, a partir de ahora buscarán abandonar el mero otorgamiento de créditos para pasar a una modalidad más comprometida donde la provincia se asocie a los proyectos como coproductora.

En la «Ciudad del cine» construirán además un centro de producción de filmaciones que creen el de mayores dimensiones en Argetina: se trata de un set de filmación con locales anexos y camarines, ubicado en La punta, donde además se está construyendo la universidad provincial de cine a cargo del arquitecto
Clorindo Testa.

Corvalán explicó las causas por las que la provincia de Alberto Rodríguez Saá apunta al desarrollo del cine: «Es una industria multiplicadora de efectos, genera trabajo y turismo. San Luis dio un salto importantísimo en su transformación a partir de la promoción industrial. La provincia ha podido mantener los frutos de esa transformación con grupos empresarios importantes que permancerán en la provincia. Y como San Luis está en condiciones de dar otro salto, se elige la industria cinematográfica para lograr ese objetivo. La provincia tiene una diversidad geográfica apreciable en términos de locaciones y podemos generar infraestructura para el cine. Estamos en condiciones de encarar este desafío porque socialmente estamos tranquilos».

Actualmente elaboran un plan maestro de cine que requiere de la planificación de infraestructura, puesta en servicio de rubros que hacen al cine y combinación con el turismo. Para ello trabajan con un equipo integrado por argentinos y extranjeros y buscan repetir experiencias similares a las de Canadá y España.

En Neuquén explican que, además del cine, buscan el fomento a la industria del libro y de la música para publicitar la actividad local.
«Tenemos un fuerte convenio con distribuidores de ambos géneros para que editen la música y literatura neuquinas, que creen valiosa y vendible. Aquí hay un nivel alto de estudios de grabación, distribuidoras y editoras que quieren asociarse a Neuquén. Existen varias generaciones que se perdieron de nuestra música y queremos recuperar lo nuestro. Hay voces perdidas que fueron recuperadas, por ejemplo, con festivales, pero lo cierto es que el éxito lo sacan aquellos que participan en realities como «Operación triunfo», indicó Labrín.

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