Presentación de «Clásicos» por El Arranque. Con C. Ferrero y J. Spessot (bandoneones), R. Gallo y P. Pedroso (violines), A. Rodríguez (piano), I. Varchausky (contrabajo), M. Vázquez (guitarra) y A. Ardit (voz).
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La existencia y consolidación de grupos como El Arranque deja muy clara la situación del tango -y aún de toda la música popular-en estos tiempos. Muchos músicos de las nuevas generaciones buscaron, en el camino de Astor Piazzolla, hacer un tango de concierto que hablara del tiempo en el que les tocaba vivir. Y unos cuantos lo han logrado. El Arranque, en cambio, prefirió anclarse en el pasado y poner toda su energía en hacer una música lo más parecida posible a la sus antecesores de mediados del siglo XX; algo similar a lo que sucede con Wynton Marsalis y su Jazz Lincoln Orchestra en relación a los maestros del jazz (no casualmente, figuran entre los agradecimientos del último disco de El Arranque). Por cierto, eligieron buenos modelos: sobre todo, Aníbal Troilo y Osvaldo Pugliese. El grupo no tiene la conformación tradicional de una orquesta típica de la década del '40 -es un septeto con guitarra eléctricapero suenan como si lo fuera. Y es obvia la inspiración de la Epoca de Oro en las «armonías» (contracantos) de violín, en las variaciones de los bandoneones, en las escalas pianísticas. El repertorio está marcado también por aquellos años y los músicos evitan con toda intención interpretar músicas más modernas. Inclusive, cuando lo hacen, por ejemplo, con «Pa'los Varchausky» del violinista Ramiro Gallo o «Pa'l arranque» de Carlos Pazo, se trata de piezas que conservan el estilo antiguo. El Arranque es impecable en la realización clásicos tangueros como «La guitarrera», «Organito de la tarde», «El Pollo Ricardo» o «Cabulero», y el cantor Ariel Ardit evoca con talento a próceres tangueros como Floreal Ruiz o Alberto Marino. Así su concierto fue tan impecable como su reciente disco de «Clásicos». Informate más
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