13 de junio 2022 - 00:01

La Pipetuá, en busca de la franja adolescente

Diálogo con Sebastián Amor, del prestigioso grupo de dos décadas de trayectoria, que acaba de presentar “Ensueños” en el Paseo La Plaza.

La Pipetuá. El consolidado grupo teatral intenta ampliar su público.

La Pipetuá. El consolidado grupo teatral intenta ampliar su público.

“Faltan compañías de teatro infantil estables que perduren en el tiempo. En cambio surgieron nuevas bandas de música para chicos, volcadas al teatro musical y rock”, dice Sebastián Amor, miembro de La Pipetuá que presenta su nuevo espectáculo “Ensueños”, en el Paseo Plaza, como antesala a las vacaciones de invierno.

Será el regreso de la temporada de vacaciones tras dos años y medio de pandemia, que traerá oferta variada y abundante a una cartelera en la que nunca falta esta compañía de teatro para la familia que lleva dos décadas trabajando. Esta vez buscan captar al público adolescente, más esquivo a lo teatral.

“La Pipetuá” se completa con Fernando Selles y Maximiliano Miranda y esta vez dirige Diego Reinhold, tras “Lunática,” que tuvo dirección de Daniel Casablanca y “A la obra!”, que contó con Oski Guzmán como director. Dialogamos con Amor.

Periodista: Esta vez les interesó el mundo de lo onírico, el sueño y la vigilia, ¿cómo lo abordan?

Sebastián Amor: Partimos del interrogante de si cuando estamos despiertos también soñamos. Nos sumergimos en los sueños, donde todo es posible, que es un poco el mundo de La Pipetuá desde 2001. Siempre con curiosidad investigamos diferentes técnicas que combinan música, física, malabares, danza, artes plásticas, y ahora sumamos mucho mapping. El tema de los sueños da juego libre a meterse en todos esos mundos. Hay mucha interacción con la pantalla siempre con humor, ese código universal que permite llegar, desde chicos de diez años a diecisiete. Esta vez quisimos captar al adolescente, un público no tan ávido de teatro, y que a través de un casco pueden meterse en el sueño de los otros.

P.: ¿Al adolescente le ofrecen pantallas? ¿No se busca que salgan un poco de esa virtualidad?

S.A.: Usamos la tecnología al servicio de lo que queremos contar, no dejamos a los espectadores viendo un video durante cinco minutos. Hay payasos jugando, clowns, una persona en escena con casco puesto que interactúa con video. Desde los comienzos fuimos un grupo que combinó lo artesanal con lo tecnológico, y además hay una pantalla elástica, unas camas donde se proyecta el mapeo y mucho más.

P.: ¿Cuántas de las ideas que surgen en el momento de creación logran llevarse a cabo en el show, teniendo en cuenta los costos de producción?

S.A.: Siempre llegamos hasta el final y ahí aparece el momento de desechar. Pero partimos de creer que todo es posible, aunque lo nuestro sea independiente porque producimos nuestros propios espectáculos. Uno cranea y después ve si es posible en cuanto a la inversión pero a la hora de crear, nunca hay límite. Tal vez después hay que recortar pero hemos hecho inventos y aparatos que no se usaron y después sirvieron para otra cosa, o no.

P.: ¿Qué aportó Diego Reinhold desde la dirección?

S.A.: Propuso que fuera todo en ocho, en partitura, y eso le da un dinamismo excelente, como un relojito. Cada director que tuvimos nos fue aportando más y más teatralidad. Aquí hay mucho de la comedia musical, el teatro físico y el baile. Siempre cada nuevo director intentó amalgamar y unificar. Teresa Duggan nos acompaña desde la coreografía hace 20 años.

P.: ¿Qué elementos nuevos hay esta vez?

S.A.: La comedia muchas veces tiene un mecanismo específico con el remate. Hay un invento que esta vez es un aparato musical con instrumentos que oficia de mega cajita musical. Se activa con un motor y hay un aro lumínico acrobático único en Argentina. Con el mapping entramos y salimos de la pantalla. Y nos propusimos esta vez no hacer malabares, a ver qué pasaba. Así que cada espectáculo trajo lo suyo.

P.: ¿Cómo ven la oferta de espectáculos para la familia?

S.A.: Siempre queremos estrenar antes de vacaciones de invierno para que corra el boca en boca y estar bien aceitados. Somos amigos y colegas de quienes hacen infantiles, pero siento que desde que comenzamos en 2001 aparecieron muchas bombas televisivas con compañías formadas para hacer esa temporada de vacaciones y llenar teatros, pero después se disuelven.

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