9 de enero 2003 - 00:00
Una nueva pareja abierta para el verano teatral
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«Pareja abierta» es una de las piezas más conocidas del ganador del Nobel Darío Fo y Franca Rame y arroja una mirada crítica y humorística sobre la dinámica matrimonial. La pareja integrada por Antonia y Pío está a punto de romperse debido a las constantes infidelidades de él, pero en un último esfuerzo por salvar la relación, Pío le propone a su mujer empezar a funcionar como una «pareja abierta».
Periodista: ¿Era tan necesario actualizar la obra?
Ana Acosta: Absolutamente. Yo la ví hace años, con Cecilia Rossetto y Adrián Ghio y me gustó mucho, pero ahora que volví a leerla me pareció muy «ochentosa».
P.:A poco de haberse anunciado la Ley de unión civil entre parejas del mismo sexo, ¿no suena un poco demodé hablar de amor libre dentro del matrimonio?
A.A.: Sí, claro, pero en esta puesta no puntualizamos tanto sobre el tema de las parejas abiertas. Nuestro enfoque es más amplio y genérico, es sobre la relación de un ser humano con otro más allá de la pareja. Hablamos de lo que es permisible y de lo que no, de lo que duele al ser permitido y de esa cosa egoísta de «yo necesito esto y no tengo en cuenta lo que el otro quiere». No nos quedamos en la cosa ochentosa de los swingers, el intercambio de parejas y la libertad sexual, nuestro espectro es mucho mayor. Esta relación de la que hablamos puede darse entre un hombre y un mujer, entre dos mujeres o entre dos hombres.
P.: ¿Quién sale mejor parado en la obra?
A.A.: Fo es un feminista declarado, al igual que su mujer, Franca Rame. Cuando usted lee el texto siente que el hombre es el perdedor, pero en la puesta no es así. Yo creo que éste es un espectáculo para hombres y mujeres por igual y me desilusionaría mucho que la sala se llenara sólo de mujeres, como está pasando con otros espectáculos en cartel.
A.A.: Yo disfruto de todos los registros, de personajes cómicos como los que hice en «Cómo rellenar un bikini salvaje», de grandes comedias como las de Neil Simon, e incluso el teatro comercial y pasatista como puede ser una comedia en Mar del Plata o algún musical. Y, obviamente, también haciendo televisión, como ahora que estoy conduciendo «Ricos y sabrosos» con Pablo Alarcón. Cuando egresé del Conservatorio, en 1983, jamás hubiera imaginado que iba a conducir un programa de televisión. Cuando empecé con Jorge Guinzburg en «Peor es nada» enseguida pensé: ¡Qué lindo es hacer televisión y ser conocida! Hacía 8 años que venía trabajando y necesitaba un poco de reconocimiento.
P.: Pero, recién en «El caso María Soledad» se la conoció en un papel dramático.
A.A.: Es cierto, hasta ese momento estuve muy instalada en el humor. Fue duro trabajar en esa película. A Héctor Olivera, el director de esa película, le llegó una carta documento de «la rubia» Ruth Salazar que se había enterado de que yo hacía el personaje y pensó que la iba a satirizar, así que amenazó a Olivera, advirtiéndole que tuviera cuidado con lo que hacía. Yo tenía que viajar un martes a Catamarca y el lunes ya me estaba llamando Olivera para decirme que no viajara porque allá la situación era muy tensa. La cuestión es que terminamos filmando mis escenas en Buenos Aires y poco después de esa película, tuve la suerte de que Olivera confiara en mí y me diera el papel de mujer policía en «Archivo negro» junto a Rodolfo Ranni.
A.A.: Estoy trabajando con dos hombres muy distintos, que me llevan un poquito de edad, pero que son magníficos compañeros. Trabajar con Pablo Alarcón y Daniel Fanego es un placer absoluto, los dos me cuidan y me respetan mucho, no tuve que pelear mi lugar, sobre todo en esta obra donde el juego erótico está siempre presente. Hay unas escenitas... (piensa unos segundos) diría que son casi las únicas de mi carrera en las que tengo un acercamiento íntimo y real arriba de un escenario. Al principio sentí mucho miedo e inhibición, pero Fanego me ayudó mucho y trabajamos con total confianza. Además, yo venía de papeles más de pobrecita como los que hice en «Boeing Boeing» o «En el último de los amantes ardientes». Acá puedo mostrarme más sensualota y creérmela. Es muy divertido para mí.
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