Acciones de Boeing se desplomaron y arrastraron al Dow Jones: qué hay detrás y cómo seguirá

Un nuevo incidente se suma a los desafíos anteriores que enfrentó Boeing con el modelo 737 MAX, profundizando sus problemas de imagen y desempeño en el mercado, aparte de los problemas financieros y bursátiles que ello conlleva.

Este incidente representa un desafío significativo para Boeing en su búsqueda por recuperar la confianza del público y su reputación en la industria aeronáutica.

Las acciones del gigante aeroespacial Boeing sufrieron un significativo revés este lunes, sumergiéndose hasta los u$s226,74, lo que representó una caída del 8,9% y marcó el precio más bajo de cierre desde finales de noviembre del año pasado. Este descenso abrupto cortó una racha de dos días de ganancias para las acciones de la compañía.

El reciente declive configuró una merma del 13,1% en el valor de las acciones de Boeing, tanto en el mes hasta la fecha como en lo que va del año. A pesar de esta caída, las acciones de la empresa lograron mantener un aumento de más del 8% en comparación con el mismo período del año anterior. Además, el precio actual de las acciones sigue siendo sustancialmente superior, en casi un tercio, al mínimo anual registrado el 25 de octubre.

Los papeles de Boeing sufrieron entonces su mayor declive intradiario desde octubre de 2022, convirtiéndolas en las de peor desempeño dentro del Promedio Industrial Dow Jones (DJIA) de este lunes. El marcado descenso de las acciones de Boeing ejerció una fuerte presión a la baja sobre el DJIA, arrastrando al índice más de cien puntos.

Boeing: qué hay detrás de la trama en Wall Street

El trasfondo de esta caída se asocia a informes preocupantes sobre aviones Boeing 737 MAX 9 encontrando "componentes sueltos" durante inspecciones preliminares. Tanto United como Alaska Airlines reportaron estos hallazgos tras el incidente de una ventanilla que se desprendió en pleno vuelo de un avión de este modelo.

La Administración Federal de Aviación (FAA) está llevando a cabo investigaciones tras la explosión de un componente denominado "tapón de puerta" en un avión de pasajeros de Alaska Airlines, obligándolo a aterrizar de emergencia el viernes pasado.

Las aerolíneas, incluyendo AeroMexico, están realizando inspecciones exhaustivas, suspendiendo operaciones y, en algunos casos, identificando componentes sueltos en sus aviones 737 MAX 9. Esta serie de eventos ha planteado cuestiones de seguridad y ha impactado severamente en la reputación y el desempeño bursátil de Boeing.

La FAA ha implementado nuevas inspecciones y protocolos, manteniendo en tierra las aeronaves Boeing 737-9 hasta que los operadores completen las revisiones. Mientras tanto, se especula sobre un posible defecto de control de calidad o fabricación como causa del problema.

Este incidente representa un desafío significativo para Boeing en su búsqueda por recuperar la confianza del público y su reputación en la industria aeronáutica. Los analistas subrayan la necesidad de un cambio fundamental en la cultura de la empresa para abordar estos desafíos recurrentes, mientras los directivos de la compañía se preparan para reunirse y abordar este asunto crítico.

A pesar de que el impacto financiero directo podría ser contenido, la magnitud del problema de seguridad plantea preocupaciones sobre aprobaciones gubernamentales futuras y podría generar demoras en la aprobación de nuevos aparatos o reparaciones propuestas, según señalan los analistas de la industria. Este incidente se suma a los desafíos anteriores que enfrentó Boeing con el modelo 737 MAX, profundizando sus problemas de imagen y desempeño en el mercado.