La deuda en pesos está evidenciando una fuerte dinámica de sell off a pocas semanas de las elecciones y ante la incertidumbre que impera sobre cuál será el nuevo rumbo económico. Las últimas cuatro semanas los diferentes papeles mostraron rendimientos negativos mientras los inversores buscan "cobertura" de cara a las urnas.
Bonos en pesos atados al dólar e inflación: por qué no paran de caer y cuáles lideran bajas
En septiembre, los títulos ajustables por inflación experimentaron pérdidas del 9%, los vinculados al dólar del 8,6% y los duales del 7,2%.
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El gobierno ya colocó el 91% de los bonos proyectados para este año
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¿Qué balance hizo el gobierno del lanzamiento del último bono global en dólares?
"El mercado de deuda en pesos ingresó en una nueva etapa de altos niveles de estrés. El ruido político que generan las elecciones y las alternativas que proponen los distintos candidatos generaron dudas en los inversores. El interrogante principal es cómo puede evolucionar esto hacia adelante, en un mercado que sigue sumando pesos y cuyos controles no tienen margen de flexibilización hasta el cambio de gobierno", advirtió Megaqm en un informe.
¿La historia se repite?
Estos movimientos resultan similares a los ocurridos durante fines de mayo y principios de junio de 2022, cuando el sell off de deuda en pesos complicó severamente el acceso al mercado local del Gobierno y obligó al BCRA a la compra de bonos del Gobierno por más de $1 billón, informó Delphos.
En esta oportunidad, la debilidad de la deuda en pesos que comenzó hace más de una semana se intensificó y mostró nuevas dinámicas en las curvas CER, Dólar Linked y DUAL. "En la Curva CER los rendimientos del tramo mediano subieron por encima del resto, lo que indica mayores temores de default en el mediano plazo", explicaron desde el mismo informe.
Lo que podemos esperar
Para los diferentes analistas, a pesar del adverso contexto económico, la última licitación resultó exitosa ya que el Tesoro logró un roll-over del 210%, acumulando financiamiento neto por $1,2 billones en septiembre.
"Sin embargo, en diciembre el nuevo gobierno necesitará financiar un déficit primario cercano a los $1,4 billones con un mix de emisión monetaria o nueva deuda. De persistir la tendencia bajista, el nuevo gobierno se enfrentaría a serias dificultades para colocar deuda a tasas razonables en un contexto de alta volatilidad de expectativas", explicaron desde Delphos.
Si nos centramos específicamente en las elecciones, para Megaqm, la economía está ingresando en una etapa de alta volatilidad. "Se inicia un período de 3 etapas bien marcadas, la primera es de alta inestabilidad e incluye todo el período electoral", especificaron, la segunda tendrá una nueva devaluación y una tasa de inflación por encima de los niveles de agosto, y en la tercera se implementará un nuevo plan de Gobierno.
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