22 de octubre 2025 - 07:00

Los bancos centrales ya tienen más oro que bonos del Tesoro de EEUU

El precio récord del oro hizo que resurgiera el metal precioso como activo de reserva mundial, lo que marcó una de las tendencias financieras más notables de la década.

Los administradores de reservas están priorizando la durabilidad, la portabilidad y la neutralidad por sobre el rendimiento.

Los administradores de reservas están priorizando la durabilidad, la portabilidad y la neutralidad por sobre el rendimiento.

Los precios que alcanzó el oro en lo que va del año, marcando récords históricos, han revalorizado aún más las carteras de los inversores que apostaron al metal precioso como por ejemplo los fondos ETF globales de oro, pero también impactaron en las reservas de los bancos centrales del mundo que vienen acumulando más metal en los últimos años. Este singular movimiento de la banca central mundial, junto con varios procesos y dinámicas económicas, financieras y geopolíticas que se vienen dando en las últimas décadas y en particular en años recientes, ha llevado a que los bancos centrales ya tengan más oro en sus reservas que bonos del Tesoro de EEUU por primera vez desde 1995, según cálculos del estratega de Crescat Capital, Tavi Costa.

La participación del oro en las reservas mundiales pasó de alrededor del 33% en 1971, cuando se suprimió el acuerdo de Bretton Woods y la convertibilidad entre el dólar y el oro, a más del 60% a finales de la década. Pero desde 1980, cuando los bancos centrales empezaron a ganar la lucha contra la inflación, tras la crisis petrolera, esa tendencia se invirtió y así empezaron a acumular bonos del Tesoro de EEUU que llegaron a representar más de un tercio de sus reservas mientras las de oro apenas equivalían a 10%.

No hay duda que los bancos centrales han cruzado una línea simbólica a partir de que sus reservas de oro combinadas ahora superan sus tenencias de bonos del Tesoro estadounidense por primera vez en casi tres décadas. Este cruce pone de relieve una diversificación gradual que se aleja de los valores denominados en dólares y se acerca a los activos duros.

Tras el fin de Bretton Woods, el aumento vertiginoso de las tasas de interés reales y el ascenso del petrodólar llevaron a los administradores de reservas hacia los bonos del Tesoro estadounidense durante los años 1980 y 1990. Luego en la década de 2000, la profundidad y liquidez del dólar reforzaron esa preferencia. Sin embargo, desde 2022, las compras oficiales de oro han vuelto a aumentar (1.136 toneladas en 2022, un récord, y en 2023 y 2024 se mantuvo una acumulación históricamente sólida, y este año continúa firme). Sin embargo, más allá de la tendencia lo que es aún más sorprendente es si se considera que casi una quinta parte de todo el oro extraído en la historia está ahora en manos de los bancos centrales.

A medida que la incertidumbre política y los riesgos geopolíticos continúan impulsando la demanda de activos de refugio seguro, este impulso de compra también ha elevado los precios: el oro superó los u$s4.000 la onza por primera vez en octubre de 2025.

¿Por qué es importante tener más oro que bonos del Tesoro de EEUU? Según los expertos, el cruce de los bonos del Tesoro indica que los administradores de reservas están priorizando la durabilidad, la portabilidad y la neutralidad por sobre el rendimiento. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la participación del oro en las reservas mundiales aumentó a alrededor del 18% en 2024, un aumento pronunciado respecto de los niveles de mediados de la década de 2010, lo que refleja una reponderación estructural hacia los activos tangibles.

Explican, además que, considerado como una alternativa a las monedas fiduciarias altamente endeudadas, especialmente el dólar, la proporción de oro en las reservas de los bancos centrales ha aumentado más entre las economías de mercados emergentes. China, Rusia y Turquía han sido los mayores compradores oficiales durante la última década. O sea, se fue pasando de los petrodólares a la desdolarización. Es que la crisis financiera de 2008 sacudió los supuestos sobre el orden financiero internacional, así las economías emergentes empezaron a acumular reservas de oro, y hoy, la sostenibilidad de la deuda y la inflación son motivo de preocupación. Como las encuestas del WGC prevén que la acumulación de los bancos centrales continúe, no extrañó ver que el oro superó a los bonos del Tesoro como porcentaje de las carteras de reservas mundiales por primera vez desde mediados de los ´90.

Según los datos de Tavi, después de décadas de dominio del dólar, la tendencia está volviendo hacia el valor tangible donde el 24% de las reservas mundiales ahora residen en oro y el 23% en bonos del Tesoro de EEUU. La señal es clara: los países se están protegiendo no sólo contra la inflación sino también contra la confianza. La deuda es papel. El oro es la prueba. Explican los estrategas que repiten que el péndulo está oscilando desde los petrodólares a la desdolarización. Pero no se trata de una rebelión de la noche a la mañana: es un reposicionamiento global. Un reconocimiento silencioso de que la fe en el papel moneda y la deuda tiene límites. Los bancos centrales ya no buscan rendimientos. Están buscando soberanía. El mundo está recordando lo que tiene peso. Y está brillando. Consideran los analistas. Recurriendo a la historieta de Morty y Rick ilustraron la situación.

Morty: ¡Caray, Rick! ¡Los bancos centrales están cambiando los bonos del Tesoro por oro! ¿Qué significa eso?

Rick: Significa, Morty, que los adultos en la sala acaban de cambiar de "confianza" a "tangible". Cuando el oro supera a la deuda, el sistema básicamente dice: "Prefiero tener una piedra que una promesa".

Morty: Entonces... ¿eso es malo?

Rick: Depende, Morty. Si eres quien sostiene la roca, es seguridad. Si eres quien sostiene la promesa... es temporada de pánico.

Cabe señalar que el oro en lingotes no es un activo de reserva de divisas de los bancos centrales y no se incluye en los datos del total de reservas de divisas del FMI. En cambio, es un activo de reserva que no implica moneda extranjera. Los bancos centrales habían pasado décadas liquidando sus reservas de oro. Pero hace unos diez años, comenzaron a reponerlas.

Según el FMI, las reservas de oro de los bancos centrales han aumentado durante esta década hasta alcanzar 1.160 millones de onzas troy, aproximadamente u$s3,08 billones, en comparación con u$s12,3 billones en reservas de divisas.

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