El reconocido inversor Michael Burry, célebre por adelantarse al colapso hipotecario de Estados Unidos y popularizado por Christian Bale en la película La Gran Apuesta, anunció la liquidación de Scion Asset Management y la devolución del dinero a todos sus partícipes. En una carta difundida en redes sociales, Burry pidió disculpas por no haber estado “en sintonía” con el mercado y formalizó la baja de su firma ante el regulador estadounidense.
Michael Burry cerró Scion Asset Management y devolvió los fondos: "Mi estimación de valor ya no encaja con los mercados"
El histórico inversor estadounidense se disculpó por no estar "en sintonía". Lo comunicó mediante una carta desde sus redes sociales.
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Michael Burry cerró Scion Asset Management.
La decisión llegó después de que Burry advirtiera sobre lo que consideró una nueva burbuja financiera y tras revelar una apuesta de alto riesgo contra el sector de la inteligencia artificial, con posiciones cortas sobre Palantir y Nvidia.
Aunque en otras etapas ya se había alejado del foco público por la presión de los mercados, ahora volvió a surgir la duda de si solo buscó correrse del radar mientras mantiene su estrategia con su propio capital.
El camino del inversor
Al inicio de la Gran Crisis Financiera, cuando las hipotecas estadounidenses empezaban a derrumbarse, Burry no lograba comprobar en sus balances los efectos de esa caída. Los CDS que había contratado, instrumentos diseñados para subir de valor cuando los préstamos hipotecarios se depreciaban, seguían quietos, y Scion Capital perdía millones de dólares cada mes.
Ante ese escenario, Burry apeló a la ley para bloquear los rescates del fondo y evitar la salida de sus inversores. Justificó la medida al señalar que existían indicios de manipulación en el mercado.
El gurú de Wall Street anticipó la crisis del 2008.
Tras semanas de reclamos y amenazas de juicios por parte de sus propios clientes, los CDS finalmente reflejaron el colapso hipotecario y la apuesta bajista terminó generando ganancias extraordinarias.
Agotado por esa etapa, el gestor disolvió Scion Capital y devolvió el dinero ya multiplicado. Con el tiempo volvió al ruedo y refundó su gestora bajo el nombre Scion Asset Management, estructura que ahora decidió cerrar nuevamente.
La carta de despedida a sus inversores
En el mensaje fechado el 27 de octubre y que recorrió las redes en las últimas semanas, Burry comunicó su decisión con palabras directas:
“Con el corazón apesadumbrado, voy a liquidar los fondos y a devolver el capital antes de final de año”.
Explicó además que su “estimación del valor en los activos no está en sincronía con los mercados” y que esa desconexión persistió durante un largo período. Cerró su texto con un mensaje de gratitud, disculpas y una recomendación: “Con un agradecimiento de corazón, pero también con mis disculpas, les deseo bien a todos en sus futuras inversiones”, aconsejando a sus clientes dirigirse a su socio Phil Clifton para cualquier actividad futura.
Apuesta contra la inteligencia artificial
El anuncio de Burry coincidió con otro movimiento relevante: su ofensiva bajista contra dos de los símbolos de la revolución de la IA. A comienzos de mes, Scion divulgó posiciones cortas contra Nvidia y Palantir Technologies, compañías que concentraron gran parte del entusiasmo bursátil por la promesa de un boom de ganancias impulsado por esta tecnología.
Burry acompañó esta estrategia con mensajes crípticos en redes sociales, como “a veces vemos burbujas”, junto a la imagen del personaje que lo retrató en el cine. También publicó un fotograma de uno de los momentos más tensos de La Gran Apuesta, comentando: “Yo antes, yo ahora. Bueno, las cosas salieron adelante. Las cosas saldrán adelante”.
La salida de Scion AM del registro de la SEC no implica, necesariamente, que Burry haya cerrado su estructura operativa ni que abandonara su jugada bajista contra las grandes tecnológicas. Por ahora no existen señales de disolución de la empresa, por lo que su patrimonio personal podría seguir operando a través de ella.
En los hechos, la única consecuencia inmediata es que dejó de gestionar capital de terceros y, por ende, perdió la obligación de presentar el formulario 13F, requisito que obliga a detallar públicamente todas las posiciones trimestrales del fondo.
Esa flexibilización es clave para un inversor que históricamente enfrentó críticas, ataques y burlas en redes cada vez que apostó contra las tendencias dominantes.
Muchos observadores creen que su decisión puede relacionarse con lo que hizo en 2008 cuando bloqueó los rescates: buscar libertad total para operar sin presiones externas y sin rendir cuentas por anticipado.
Además, su apuesta contra la IA no es nueva, ya que Scion ya había informado posiciones put contra Nvidia en el primer trimestre del año. Aunque la acción cayó inicialmente, luego recuperó valor con fuerza, lo que intensificó las críticas.
El final abierto de un inversor impredecible
Queda por ver si este cierre será definitivo o si Burry repetirá el camino emprendido tras la crisis de 2008, cuando resurgió con una nueva firma y una nueva estrategia.
Su trayectoria mostró que los momentos en los que pareció derrotado fueron, muchas veces, el preludio de sus grandes aciertos.
La pregunta ahora es si su lectura actual volverá a anticipar una burbuja real o si esta vez el mercado será quien tenga razón.
Con su retirada formal del registro de la SEC, Burry apostó nuevamente por moverse en silencio. Y como ocurrió en otras etapas de su carrera, solo el tiempo dirá si su nueva intuición vuelve a convertirlo en el hombre que vio lo que nadie más estaba mirando.
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