24 de abril 2024 - 17:02

Otro gigante de Wall Street pone paños fríos al boom bursátil

La fiebre accionaria con que comenzó el año, encadenando meses de subas desde el tercer cuatrimestre del 2023, sigue alentando el estatus quo de rally entre los inversores. ¿Cuáles son las dudas, según el Bank of América?

Un informe del Bank of America advirtió sobre tres riesgos que enfrentas las bolsas.

Un informe del Bank of America advirtió sobre tres riesgos que enfrentas las bolsas.

Depositphotos

Las bolsas vienen escalando desde octubre y pese a la reciente caída parecen recuperar la tónica, lo que entona la confianza, casi a ciegas, de los inversores en la continuidad del escenario de crecimiento, caída indolora de la inflación y una secuencia suave de bajas de tasas de los bancos centrales. Sin embargo, este llamado escenario de “ricitos de oro” en el argot financiero, muestra algunas fisuras generando preocupación en el mercado.

Vale recordar que la expresión “ricitos de oro” proviene del popular cuento inglés “Goldilocks and the three bears” y apunta a una situación en la que la economía se encontraría en un punto ideal de crecimiento, ni demasiado fuerte, ni demasiado débil. El escenario sería, en teoría, una economía en pleno empleo, con baja inflación, tasas de interés neutrales y un crecimiento económico ni muy alto como para generar presiones inflacionarias, ni muy bajo como para caer en una recesión.

Hoy todavía se está lejos de contener la inflación y de tener tasas de interés neutrales, pese a ello, el alentador comienzo de año hizo redoblar la apuesta del mercado al escenario de “ricitos de oro”. La apuesta es a tener una inflación más manejable a fin de año, lo que dejaría margen a los bancos centrales para comenzar a recortar las tasas hacia la neutralidad. Mientras tanto, la economía se mantiene a flote esquivando la recesión y con un mercado laboral sin demasiadas presiones. O sea, un escenario a favor de los mercados.

Pero desde el bunker del Bank of América (BofA) se lanzaron ciertas advertencias sobre este panorama a través del último informe de estrategia, que alerta que el mercado valora la perfección macroeconómica pero la realidad es más complicada. Para los estrategas del BofA las bolsas enfrentan tres desafíos que ya están provocando grietas en el relato de ricitos de oro, y que dependiendo de cómo se resuelvan afectarán de una u otra forma a la renta variable. ¿Cuáles son los retos que enfrentan las bolsas?

Los tres desafíos que enfrentas las bolsas

Por un lado, un panorama de inflación más complicado. Después de tres meses de sorpresas alcistas de la inflación, el índice de precios de los gastos personales (PCE básico) de EE.UU. repuntó hasta casi el 3% sobre una base anualizada de seis meses, cuando a fines del 2023 era inferior al 2%. Vale recordar que el PCE es el que guía las decisiones de la Fed. En relación con esto, el BofA ahora espera solo un recorte de la tasa de la Fed este año, mientras que el mercado todavía estima alrededor de dos.

Explican que los indicadores de tensión en la cadena de suministro apuntan a un escaso riesgo de repunte sostenido de la inflación, pero dado que la Fed necesita datos suficientes para confiar en que la inflación volverá a su objetivo, el mercado podría tardar en valorar una nueva actitud moderada y, por tanto, el alivio que supondría para los mercados de renta variable un tipo de descuento más bajo.

El segundo frente es el aumento de las tensiones geopolíticas. Los estrategas del banco señalan que un incremento significativo de las tensiones en Oriente Medio aumenta el riesgo de un shock energético, que por ejemplo podría traer a Europa renovadas presiones inflacionarias y un crecimiento más débil. Este escenario, sostienen, probablemente también provocaría un aumento de la incertidumbre económica, lo que afectaría a los múltiplos de las acciones.

Si bien los expertos del BofA reconocen que un aumento de la tensión geopolítica no forma parte del escenario base, a la vez dan cuenta que podría plantear claros riesgos a la baja en caso de una mayor escalada.

El tercer desafío es el lastre de una política monetaria restrictiva. Es que el consenso del mercado dejó atrás los riesgos macroeconómicos a la baja asociados con una política monetaria restrictiva, pero según la visión del BofA esto es algo demasiado optimista. Explican que la política monetaria restrictiva normalmente afecta a la economía con retraso, de modo que los habituales retrasos implicarían crecientes obstáculos para el crecimiento y una creciente presión sobre el mercado laboral de cara al segundo semestre, que ya proyecta un deterioro de la demanda según la encuesta de pequeñas empresas del NFIB de EE.UU.

Por eso el BofA se muestra negativo, por ejemplo, con la renta variable europea y los valores cíclicos europeos frente a los defensivos. "Si bien un nuevo aumento de la presión inflacionaria en EE.UU. o las tensiones en Medio Oriente podrían ejercer una mayor presión a la baja sobre los múltiplos de las acciones en el corto plazo, el principal factor de riesgo, es un nuevo debilitamiento del impulso del crecimiento", sostienen.

En este contexto destacan que se dan todos los indicadores típicos de problemas económicos inminentes, como un endurecimiento monetario agresivo que llega con retraso, poca capacidad excedente restante (con la tasa de desempleo en EE.UU. por debajo del 4%) y una curva de rendimiento estadounidense invertida.

Dejá tu comentario

Te puede interesar