Las clases se suspendieron ayer en el Colegio Nacional Buenos Aires debido a la toma del establecimiento que iniciaron los alumnos el lunes a la noche, en reclamo de consejos consultivos y mejoras edilicias.
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La rectora del establecimiento, Virginia González Gass, informó a la prensa que se decidió suspender el dictado porque «en estas condiciones no es posible dar clases» debido a que «los alumnos no permiten ingresar a las autoridades, ni a los preceptores».
La rectora dijo que «los docentes consideraron que no estaban dadas las condiciones para dar clases y los no docentes se retiraron del establecimiento».
González Gass consideró que con esta actitud de los alumnos «se está cercenando el derecho al trabajo», y sostuvo que el reclamo de los estudiantes «es exagerado en el accionar, lo importante es el diálogo».
Unos 300 alumnos iniciaron la toma del colegio el lunes por la noche en reclamo de reformas edilicias y luego de que fracasó una reunión en el rectorado de la UBA junto a estudiantes del Carlos Pellegrini en reclamo de un consejo consultivo.
Respecto del reclamo de los estudiantes, la rectora dijo que «se necesitan refacciones, porque necesitamos un colegio mejor no creo que ésta sea la mejor forma de reclamar».
Explicó además que «hay un pliego de refacción de fachadas y del patio que sale 6 millones de pesos que está en el Ministerio de Planificación, y estamos esperando que se resuelva».
La rectora señaló que «se arreglaron baños y aulas, pero hay peligro de derrumbe de la fachada y el patio tiene peligro de desprendimiento de mampostería» y consideró que «debe mediar la universidad».
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