26 de diciembre 2006 - 00:00

Asesinan a hombre que quiso defender a su familia en asalto

La policía busca en la villa La Cava de San Isidro a los asesinos del administrador de empresas Javier Aragone y procuraba determinar si existió un entregador en el ataque cometido el viernes último en un aparente asalto a su casa de ese partido del norte del conurbano.

Uno de los seis hermanos de la víctima, Pablo Aragone, negó hoy ante la prensa que Javier fuera un empresario adinerado, aseguró que se dedicaba a tareas sociales en las cárceles y que daba cursos prematrimoniales en iglesias.

Además, se mostró muy molesto por lo sucedido y aseguró que se vive "en un país inseguro".

A más de tres días del crimen, la policía continuaba hoy dedicada a la búsqueda de los asesinos, la que se circunscribió a la villa La Cava, situada a pocas cuadras del lugar del hecho.

Además, los pesquisas procuraban determinar si existió un entregador en el aparente asalto en el que fue atacado Aragone cuando se hallaba en su casa de Formosa al 500 por cenar junto a parte de su familia, horas previas a salir de vacaciones rumbo a la costa atlántica.

El hecho ocurrió ocurrió el viernes último alrededor de las 20.30 cuando Aragone, de 56 años, preparaba la cena para su esposa, su hija embarazada, su yerno y su hijo.

En esas circunstancias, el hombre fue sorprendido en la cocina por asaltantes que aparentemente entraron por los fondos de la vivienda y lo amenazaron en momentos en que su familia se hallaba reunida en el living.

Según las fuentes, el hombre se sorprendió al encontrarse con un joven armado e inmediatamente cerró la puerta que comunica a la cocina con el living para resguardar a su familia.

Mientras cerraba la puerta y, al darle la espalda al delincuente, Aragone recibió un tiro y quedó malherido en la cocina, explicaron los voceros.

Al escuchar el disparo, uno de sus hijos de 24 años fue a la cocina y lo encontró tirado en el piso, momento en que fue tomado de rehén por el agresor y otros dos cómplices.

Las fuentes explicaron que pese a haber baleado al dueño de casa, los ladrones concretaron el robo y se apoderaron del dinero y todos lo efectos de valor que encontraron.

Cuando la banda criminal escapó y llegó a la casa una ambulancia, Aragone ya había muerto, añadieron los voceros.

Otro de los hermanos de la víctima, Roberto Aragone, aseguró hoy a Radio 10 que su hermano "era el tipo más pacífico del mundo" y que está seguro de que no quiso resistirse a nada, ya que de haber visto a los ladrones en su casa "hubiera hablado con ellos para dejarlos tranquilos y que se llevaran lo poco que tenía en su casa" La causa, caratulada "homicidio y robo agravado" es investigada por la comisaría primera y la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro, por dispisición la fiscalía 11 de ese Departamento judicial.

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