21 de marzo 2013 - 18:31
Dramático relato de la médica que atendió a Carolina Píparo
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"El índice de sobrevida que tenía era de 24,74 por ciento", precisó la médica, que detalló que Carolina Píparo estaba "pálida, con los labios y mucosas azules, es decir con cianosis, y sudorosa, había un riesgo inminente para su vida".
Badín detalló que la víctima presentaba "una lesión en el labio inferior, con coloración negruzca -tipo hollín mezclada con sangre-, y una lesión debajo del labio con salida por el mentón y otro orificio a la altura del esternón lado derecho".
"Me impresionó que el disparo parecía venir de arriba hacia abajo" remarcó y reconoció que "las heridas que tenía comprometían seriamente su vida, eran heridas mortales, en ese momento había riesgo inminente de muerte".
El balazo que recibió Píparo "le perforó la pleura y el pulmón y le ocasionó un neumotórax hipertensivo que podía provocar la muerte". "El feto depende de las condiciones de la madre para vivir" puntualizó Badín por lo que en ese momento "la prioridad fue la atención de la madre porque eso era lo mejor para el feto".
Al no detectar latidos fetales, la médica dispuso una cesárea de emergencia y detalló que se evidenciaba "daño fetal debido al compromiso respiratorio que presentaba la madre. No había traumatismo sobre el feto, pero el feto dependía del estado respiratorio de la madre".
Isidro, el bebé que esperaba Carolina Píparo, "nació a las 12.40 sin signos vitales, no había pulso ni latidos cardíacos por lo que requirió reanimación". "Se le practicaron masajes cardíacos, aporte de oxígeno, adrenalina y respondió rápidamente a la reanimación a los 10 minutos", precisó.
La médica recordó que Isidro "era un bebé de aspecto saludable, que pesó 3,400 kilogramos, era un bebé grande", apuntó provocando el sollozo de Carolina Píparo, que, presente en la sala, debió revivir los esfuerzos que se hicieron por salvar su vida y la de su hijo.
Badín, quien además de su testimonio verbal aportó una serie de fotos tomadas con su celular a Carolina tras su ingreso al hospital, remarcó que el bebé "sufrió en el útero la falta de oxígeno de la madre y eso condicionó su evolución posterior", para luego precisar que Isidro "murió una semana después, casi a la misma hora que nació, casi a las 13 horas".
La defensora oficial del imputado Carlos Moreno, María Esther Vigorelli, preguntó a la médica si no se podría haber practicado la cesárea al momento de ingresar la mujer herida al nosocomio ante lo cual Badín afirmó rotunda que de haberlo hecho "hoy no tendríamos ni madre ni feto".
"Yo estaba tratando dos pacientes (en alusión a Carolina y su hijo), la prioridad era compensar a la madre pero de haberle hecho cesárea en ese momento hoy no tendríamos madre ni feto", insistió.
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