21 de marzo 2013 - 18:31

Dramático relato de la médica que atendió a Carolina Píparo

La jefa del servicio de emergencia del hospital San Roque de Gonnet contó cómo fue la asistencia que recibió la mujer y su hijo tras el asalto.
La jefa del servicio de emergencia del hospital San Roque de Gonnet contó cómo fue la asistencia que recibió la mujer y su hijo tras el asalto.
La médica que atendió a Carolina Píparo minutos después de que fuera baleada en una salidera bancaria el 29 de julio de 2010 en La Plata relató hoy que la víctima ingresó al hospital "con riesgo inminente de muerte" y que el bebé que dio a luz mediante cesárea nació "sin signos vitales" y debió ser reanimado.

Se trata de Graciela Badín, jefa del servicio de emergencia del hospital San Roque de Gonnet, lugar al que Píparo fue trasladada luego de recibir un disparo en el mentón, que ingresó a la altura del esternón, efectuado por un delincuente que le robó el dinero que acababa de retirar de una sucursal del banco Santander Río de La Plata.

Carolina Píparo ingresó al área de emergencia de ese hospital a las 12.10 y, de inmediato, quedó en manos de Badín, quien sostuvo que en ese momento vio que se trataba de una paciente "que presentaba lesiones severas, que ingresó en estado crítico, con traumatismos múltiples y severas complicaciones respiratorias y hemodinámicas".

"Tenía el rostro y las ropas cubiertas de sangre y se veía un traumatismo en su cabeza, había que iniciar acciones inmediatas para mantenerla con vida", declaró la especialista ante el Tribunal Oral Criminal II de La Plata, que desde el 4 de marzo juzga a 7 hombres por la salidera que sufrió Píparo.

La médica recordó que Píparo, a pesar de las severas complicaciones para respirar, balbuceaba "por favor, mi bebé, mi bebé".

"El índice de sobrevida que tenía era de 24,74 por ciento", precisó la médica, que detalló que Carolina Píparo estaba "pálida, con los labios y mucosas azules, es decir con cianosis, y sudorosa, había un riesgo inminente para su vida".

Badín detalló que la víctima presentaba "una lesión en el labio inferior, con coloración negruzca -tipo hollín mezclada con sangre-, y una lesión debajo del labio con salida por el mentón y otro orificio a la altura del esternón lado derecho".

"Me impresionó que el disparo parecía venir de arriba hacia abajo" remarcó y reconoció que "las heridas que tenía comprometían seriamente su vida, eran heridas mortales, en ese momento había riesgo inminente de muerte".

El balazo que recibió Píparo "le perforó la pleura y el pulmón y le ocasionó un neumotórax hipertensivo que podía provocar la muerte". "El feto depende de las condiciones de la madre para vivir" puntualizó Badín por lo que en ese momento "la prioridad fue la atención de la madre porque eso era lo mejor para el feto".

Al no detectar latidos fetales, la médica dispuso una cesárea de emergencia y detalló que se evidenciaba "daño fetal debido al compromiso respiratorio que presentaba la madre. No había traumatismo sobre el feto, pero el feto dependía del estado respiratorio de la madre".

Isidro, el bebé que esperaba Carolina Píparo, "nació a las 12.40 sin signos vitales, no había pulso ni latidos cardíacos por lo que requirió reanimación". "Se le practicaron masajes cardíacos, aporte de oxígeno, adrenalina y respondió rápidamente a la reanimación a los 10 minutos", precisó.

La médica recordó que Isidro "era un bebé de aspecto saludable, que pesó 3,400 kilogramos, era un bebé grande", apuntó provocando el sollozo de Carolina Píparo, que, presente en la sala, debió revivir los esfuerzos que se hicieron por salvar su vida y la de su hijo.

Badín, quien además de su testimonio verbal aportó una serie de fotos tomadas con su celular a Carolina tras su ingreso al hospital, remarcó que el bebé "sufrió en el útero la falta de oxígeno de la madre y eso condicionó su evolución posterior", para luego precisar que Isidro "murió una semana después, casi a la misma hora que nació, casi a las 13 horas".

La defensora oficial del imputado Carlos Moreno, María Esther Vigorelli, preguntó a la médica si no se podría haber practicado la cesárea al momento de ingresar la mujer herida al nosocomio ante lo cual Badín afirmó rotunda que de haberlo hecho "hoy no tendríamos ni madre ni feto".

"Yo estaba tratando dos pacientes (en alusión a Carolina y su hijo), la prioridad era compensar a la madre pero de haberle hecho cesárea en ese momento hoy no tendríamos madre ni feto", insistió.

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