6 de febrero 2007 - 00:00

El Super Bowl tuvo una tanda polémica

Astronautas que mueren, criaturas animadas que cambian una moneda por una gaseosa y un jugador de «football» (David Beckham) al que no conoce nadie. Parte de la tanda que se vio el domingo en las numerosas pausas del Super Bowl.
Astronautas que mueren, criaturas animadas que cambian una moneda por una gaseosa y un jugador de «football» (David Beckham) al que no conoce nadie. Parte de la tanda que se vio el domingo en las numerosas pausas del Super Bowl.
Finalmente el quarterback estrella le ganó al advenedizo: Peyton Manning -de los Indianapolis Colts; sueldo anual cercano a u$s 10 millones- revirtió su fama de «amargo» y derrotó a Rex Grossman (salario anual: u$s 875.000) de los Chicago Bears. Resultado final del Super Bowl 41º: 29 a 17. Buena noticia para quienes apostaron a Indianapolis, que eran favoritos pero debían cubrir el «spread» de siete puntos. O sea: además de ganar debían hacerlo por una diferencia de siete puntos o más.

Sin embargo, además de lo deportivo, de lo que se sigue hablando por estas horas en Estados Unidos es de la tanda. Lo curioso es que el partido no puede ser revisto por Internet, pero la tanda sí: todos los comerciales pueden ser bajados de www.ifilms.com, subsidiaria de Yahoo!

  • Lanzamiento

  • Se sabe que en muchos casos las tandas que se pasan en las numerosas pausas del Super Bowl tienen más rating que el partido mismo. Las grandes marcas utilizan el programa más visto del año para lanzar sus comerciales más creativos y «jugados».

    No fue el caso de Coca-Cola, a la que muchos criticaron porque su aviso «Happiness Factory» ya estaba siendo visto en Europa y hasta en algunos países de Africa desde noviembre pasado. Allí, un modelo introduce una moneda en una expendedora -un objeto recurrente en estos avisos; aún se recuerda el de Michael J. Fox para Pepsi- en cuyo interior una serie de criaturas animadas fabrican la botella clásica, la llenan, la enfrían en la nieve y la arrojan a una rampa que termina en las manos del modelo, quien toma un sorbo y sonríe...

    General Motors también apeló a lo onírico: un robot tiene pesadillas sobre los estrictos controles de calidad a que son sometidos los vehículos de la automotriz. Por su parte, Federal Express continuó su serie de «muertos al entregar», iniciada este año con un cavernícola que es aplastado por un dinosaurio al salir de su cueva, y sigue ayer con un astronauta destruido por un meteorito ( obviamente, el slogan que cierra explica que hay que estar seguro de que lo que se envía llegará a destino).

    La «gaffe» auditiva del domingo fue un aviso del grupo financiero Prudential, cuyo logo es el Peñón de Gibraltar («Rock of Gibraltar», en inglés). El slogan era «What can a rock do?» (¿Qué puede hacer «una roca»?) La fonética de «a rock» es casi idéntica a «Irak», sobre todo en las sonoras y eufóricas fiestas que se organizan en Estados Unidos para ver el partido: el slogan se convierte en «qué puede hacer Irak».

    Finalmente, hay un aviso en el que una estrella de la NFL cuyo equipo no llegó al Super-Bowl recibe en su casa a una pequeña multitud, con cara de pocos amigos. Sobre el final, uno de los invitados le dice a otro: «¿Así que jugás al football? ¿Y en un equipo de Los Angeles? ¿Estás seguro? Mirá que Los Angeles no tiene equipo de football desde hace tiempo». El otro invitado, rubio y de traje, trago en mano, lo mira impávido: es David Beckham, flamante estrella de los Galaxy, cuya existencia es casi un misterio para el gran público de EE.UU.

    S.D.

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