24 de noviembre 2021 - 11:01

Empresas buscan estudiantes de una carrera "nerd" y hay alta demanda laboral

Si estás terminando la secundaria, sentís que tu futuro es muy incierto y todavía no sabés qué carrera estudiar, en esta nota te explicaremos por qué esta es la carrera del momento.

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Si estás terminando la secundaria, sentís que tu futuro es muy incierto y todavía no sabés qué carrera estudiar, en esta nota te explicaremos por qué la Física es la carrera del momento.

Puede que no tengas en claro cuál es tu vocación, o te encuentres indeciso respecto a tus gustos, pero esta profesión, con amplia salida laboral, te ayudará a a entender el funcionamiento de todo.

“En los últimos diez años, en Silicon Valley (cuna de la innovación tecnológica californiana) contratan más físicos que programadores”, dice Pablo Mininni, ex director del departamento de física de la Universidad de Buenos Aires, al enmarcar un fenómeno que se repite en la Argentina.

“Fue algo que cambió con la explosión de datos disponibles que usan las empresas en general y las fintech (finanzas y tecnología) en particular; sobre todo, aquellas nacidas por el uso casi universal de los teléfonos inteligentes”, define el también investigador principal del Conicet y coordinador del grupo y laboratorio FLIP de fluidos y plasmas.

Las empresas, entonces, tienen problemas para manejar y generar conclusiones de semejante magnitud de datos. Es ahí que entra el conocimiento dado por la carrera de física y donde aparecen paralelos, por ejemplo, entre la manera en que fluctúan las acciones en las bolsas de comercio y los gases en un sistema determinado.

Por eso, además de los empleos fijos para desarrollos y análisis, los físicos colaboran en asesorías concretas sobre riesgos, estimaciones de los precios de las acciones en el futuro; también en lo que se conoce como deep learning (aprendizaje profundo), una de las ramas de la inteligencia artificial que se usa profusamente para diversos desarrollos.

En términos relativos, las empresas deben disputarse camadas exiguas de físicos, dados los números de egresados en el país. En la UBA, que genera la mitad de ellos, son entre 30 y 50 los licenciados por año y alrededor de 20 los doctorados (con un 30% de mujeres, por sobre el promedio internacional).

“Necesitamos más físicos y más doctores en varios campos, generar más puentes entre la industria y la academia, además de terminar de cambiar ciertas malas lecturas en algunos departamentos de recursos humanos. Saltar el prejuicio de que somos los raritos de los números. En ese sentido, los físicos que ya trabajan con éxito en la industria funcionan como embajadores”, dice Mininni.

“Hay que tenerle menos miedo a los de Exactas”, dice Manuela Gabriel, exestudiante de la carrera de Física en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y científica de datos en Globant, uno de los unicornios más reconocidos de Argentina.

“Yo también tenía prejuicios con los físicos, porque te imaginás a un Einstein despeinado que camina de modo singular, un bicho raro. Y ni hablar si sos mujer. Creo que de a poco eso está cambiando y la facultad se abre más a la sociedad”, explica.

Entre los desafíos está aprender a llevar el lenguaje matemático a los no-matemáticos y hacerse entender por compañeros de trabajo con otro tipo de formación.

Las opciones de los físicos para salir de la carrera clásica son muchas y, en general, divertidas, según ellos mismos lo describen. “No son problemas repetitivos, todo el tiempo hay un desafío distintos”, dice Mininni. En eso están estos científicos que buscan saber cómo funciona todo, para, además de describir y entender el mundo, también modificarlo.

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