Luego de varias semanas profugo hoy fue detenido Leonardo Cositorto, CEO de Generación Zoe. Cositorto fue detenido en República Dominicana por personal de Interpol y la policía de ese país, y está imputado por asociación Ilícita y estafa en el marco de la causa Zoe Villa María.
Generación Zoe: ¿Quién es Leonardo Cositorto? responsable de una de las mayores estafas de la historia argentina
Tras varias semanas profugo Cositorto fue detenido hoy en República Dominicana. Está imputado por asociación Ilícita y estafa en el marco de la causa Zoe Villa María
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¿Quién es Leonardo Cositorto?
Durante cerca de 30 años, en diferentes empresas y rubros, Leonardo Cositorto armó equipos basados en esquemas piramidales que trabajan en empresas que, años después, terminaban en la quiebra. En los últimos años, llegó al club de fútbol Deportivo Español de Buenos Aires, lo que le facilitó consolidar su imagen y ampliar su llegada a un mayor público.
Este hombre de 52 años se presenta como ministro de un culto. Eso explica que, en paralelo, la organización haya creado su propia iglesia: AVIVA ZOE.
Según su versión, el holding ZOE ya tenia presencia en 17 países, mantiene activas unas 65 oficinas y cuenta con 85.000 miembros. Sin embargo, Cositorto aparece incripto en AFIP como monotributista clase A.
El líder de Generación Zoe explicaba su negocio diciendo que se trataba de membresías inteligentes, donde el dinero que cada persona invierte se sube a una plataforma personal en la cual puede ver los intereses generados a lo largo de los tres años que dura su formación.
"Es mentira que sea una estafa. Una persona que estafa se va. Nosotros abrimos 79 sucursales y no tenemos un modelo piramidal porque esa clase de modelos no duran más que seis meses o un año. Están buscando voltearnos", afirmaba por su parte Cositorto.
Generación Zoe está acusada de llevar adelante una estafa piramidal conocida como esquema Ponzi en la que se convence a la gente de entregar ahorros y a que hagan ingresar a nuevos participantes a cambio de mayores beneficios.
Según promocionaba a los supuestos inversores, Zoe tenía activos como una criptomoneda llamada Zoe Cash que pasó de valer cerca de 30 centavos de dólar a principios de año a poco más de 1 centavo en la actualidad (-97%) y se ufanaba de garantizar un retorno del 7,5% al 10% mensual o de hasta el 120% anual en dólares, además de haber empezado a invertir en múltiples negocios como el fútbol, la gastronomía, el metaverso y los NFT.
Los antecedentes de Cositorto
Tras irse a España con 21 años (en 1991) para seguir en el mercado de la venta de libros callejera -esta vez en equipos que comandaba-, regresó al país en 1994. Pero el Cositorto que regresó 3 años de migrar era distinto, evolucionado. Mientras estuvo en Madrid se convirtió en el regenteador de distintos equipos que vendían libros puerta a puerta. Su perfil de líder positivo y motivacional había comenzado a construirse.
En todo el camino recorrido hasta llegar a Generación Zoe -con su correspondiente pedido de captura-, y según una investigación de El Diario Ar, Leonardo Cositorto reclutó y encabezó equipos que vendieron ollas, relojes, perfumes, diccionarios, calculadoras, cremas y hasta tarjetas de teléfono. No solo en España y en Argentina, sino también en Perú, México y Chile.
Él tenía a cargo la preparación y la charla motivacional antes de que las “tropas” salieran a vender. Todos reunidos, cara a cara y en un mismo espacio, la clave era que cada uno contara qué lo había llevado hasta el lugar y cuál era el objetivo. “Podía ser pagarle la medicación a tu vieja, pagar la luz, cubrir una deuda… La cuestión es que en el ‘Impacto’ (así se llamaba ese espacio de encuentro grupal) terminabas gritando como un animal, salías a comerte la calle”, relató Julio, una de las personas que integró uno de los equipos de Cositorto en la década del ‘90, en declaraciones a El Diario Ar.
Cada vez que uno de los integrantes de alguno de los equipos cumplía con el objetivo diario propuesto en cuanto a ventas, el ritual al final del día incluía que es apersona “tocara la campana” y compartiera su experiencia con los demás. Siempre con la idea de emocionar, motivar y contagiar.
El toque e campana incluía, además, un ascenso de la categoría y, por consiguiente, un objetivo más ambicioso todavía en cuanto a lo que había que vender. Además, la nueva función incluía motivar y reclutar a otros vendedores.
Ya en el siglo XXI, Cositorto incluyó en su perfil, carismático e intrigante, un perfil místico. Se certificó como Coaching Ontológico, se hizo muy amigo de un pastor evangélico y juntos comenzaron a oficiar ceremonias en Aviva Zoe Iglesia. “Pero Cositorto nunca fue avalado por la Iglesia Cristiana como ministro de Culto, tal como se presenta”, destaca la periodista Victoria De Masi en su nota de El Diario Ar.
Este perfil más místico incluyó un cambio en la forma de anunciar que se había cumplido una meta y, por consiguiente, se había subido de nivel: quien lo lograba debía “tocar la trompeta” ante todos sus compañeros, como si se tratara de un mensaje celestial brindado por un ángel.
Con la pandemia de coronavirus, Cositorto desembarcó con su más reciente propuesta: Generación Zoe y las ya detalladas promesas de formación en liderazgo, inversiones en criptomonedas y crecimiento de ganancias por cada inversionista conseguido.
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