16 de octubre 2015 - 18:19

Insólito: le extraen un escarbadientes clavado en el corazón

Insólito: le extraen un escarbadientes clavado en el corazón
Un hombre de 42 años fue intervenido en el Hospital Fernández para extraerle un objeto extraño clavado en el corazón que resultó ser un escarbadientes. Si bien el paciente aventuró que podía haber tragado el palilloen alguna de las varias picadas que, admitió, comió junto a sus amigos a fin de año, especialistas ven esta opción como "muy improbable".

La historia del correntino Horacio Rodríguez Videla, de 42 años, arrancó en enero de este año, cuando se dirigió a un hospital de su provincia porque tenía fiebre, pérdida de peso y tos con sangre. Allí le recetaron un medicamento porque creían que tenía un principio de neumonía. Pero como no mejoraba los médicos creyeron que podría tener tuberculosis o sida y le cambiaron los antibióticos. Pero todo siguió igual.

El paciente decidió viajar a la Capital Federal en junio para atenderse en el Hospital Fernández. Ya pesaba entre 6 y 8 kilos menos. Le hicieron un cultivo de sangre y encontraron que había una infección que venía desde el corazón. Durante dos meses le cambiaron los medicamentos, pero el problema persistía.

A principios de octubre después de que los remedios limpiaran la infección del corazón, los médicos pudieron ver que allí había un objeto clavado y entonces optaron por operarlo.

Fernando Cichero, el jefe de cirugía cardiovascular del Hospital Fernández, dijo "cuando lo vi en la radiografía pensé que se trataba de un catéter que se había quedado ahí desde alguna otra intervención. Lo increíble fue cuando lo operamos. Primero sacamos toda la sangre del corazón y entonces se vio claro. Era un escarbadientes".

"Primero lo tomé con la pinza y luego lo apoyé en la mesa, para que el resto del equipo que realizaba la operación lo viera. Nadie lo creía, después lo partí a la mitad y me preguntaron ¿qué hay adentro?. Madera, ¿qué va a haber?, les respondí".

Cichero, quien además es el presidente electo del Colegio Argentino de Cirujanos Cardiovasculares, le contó a la prensa que cuando el paciente despertó y le contaron la noticia, se empezó a reír y admitió haber comido "un montón de picadas con amigos para despedir el año".

Resulta difícil aún entender cómo llegó hasta allí el escarbadientes. "El elemento pudo haber entrado por el esófago o por la vena cava inferior y de ahí a la aurícula derecha, que va directo al corazón. Es algo único", explicó Cichero.

El especialista, que realiza unas 20 cirugías cardíacas por mes desde hace por lo menos 20 años, buscó en los registros médicos del mundo si había un caso similar y sólo encontró uno en China, en 2011. Se lo comenté a todos mis colegas argentinos y de otros países y nadie nunca había visto o escuchado algo así. Estoy seguro que a mí esto nunca me va a volver a pasar".

La doctora Adriana Falak, médica de planta del sevicio de Infectología del Hospital Fernández, dijo a ámbito.com que "es muy improbable que el cuerpo extraño haya llegado allí porque el paciente se lo haya tragado, ya que el palillo debería haber perforado el esófago, pasar a una cavidad del tórax llamada mediastino y ahí perforar el corazón y todo eso acarrea síntomas".

La médica, quien atendió al paciente y tuvo acceso a su historia clínica indicó que Rodríguez Videla tenía un antecedente de una canalización realizada hace 30 años, intervención para la cual se empleaba un palillo esterilizado para separar la vena cuando el centro sanitario no contaba con el instrumental adecuado.

"Hoy disponemos de técnicas más modernas, pero antes estas operaciones se realizaban con una incisión en el brazo y cuando no se tenía una sonda acanalada metálica, se usaba un palillo. Es mucho más probable que por un accidente el escarbadiente haya quedado en la vena y migrado a través del torrente sanguíneo al corazón frente a la idea casi imposible de que un paciente jóven y lúcido se lo haya tragado en una picada y ese cuerpo extraño perforado tantos órganos", agregó la experta, aunque indicó que no está claro como ese objeto llegó al órgano.

Con respecto a los síntomas, Falak indicó que Rodríguez Videla había caído repetidas veces por una misma bacteria y por ende se empezó a buscar donde ésta estaba acantonada, hasta que un ecocardiograma reveló una imagen poco clara, que terminó por ser el escarbadientes. "Este caso podría alertar a otros médicos a sospechar de un cuerpo extraño en el corazón cuando se presenta una bacteriemia persistente, que es lo que tuvo el paciente", concluyó la médica.    

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