Un grupo de científicos que trabajó en el Observatorio de Chandra de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) advierte sobre la presencia de rayos X provenientes de cuerpos celestes que llegan al fin de su ciclo y explotan. Estos eventos representan una amenaza para Tierra.
La NASA encuentra una nueva amenaza para la Tierra
Se estima que puede acabar con la vida de nuestro planeta en meses y hasta años. Se trata de un evento que ocurre a 100 años luz de la Tierra.
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La NASA encontró una amenada a la Tierra
NASA: de qué se tratan estos rayos X que amenazan a la Tierra
Según el grupo de científicos de la NASA, en colaboración con las misiones Swit, NuSTAR y XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA), se han detectado intensas emisiones de rayos X que se al acercarrse a su fin de ciclo, tienden a experimentar una explosión. Estos eventos tienen el potencial de afectar a sus vecinos cósmicos en un rango de hasta 100 años luz.
Cabe destacar que un año luz de distancia equivale aproximadamente a 9 billones de kilómetros. Aunque estas cifras puedan sonar asombrosas, en términos cósmicos, no son tan grandes cuando se comparan con eventos de magnitudes similares.
¿Por qué son peligrosos estos rayos X?
El impacto de una onda expansiva de rayos X, generada por la supernova resultante de la explosión de una estrella, podría ser potencialmente perjudicial para planetas como la Tierra. Este impacto se produce al abrirse camino a través de la densa materia gaseosa que rodea a una estrella.
Aunque este choque podría tardar meses o incluso años en llegar, su presencia podría persistir durante muchos años, causando daños sustanciales y, eventualmente, provocando la destrucción del planeta.
En términos teóricos, si un evento de este tipo afectara incluso a un planeta cercano al nuestro, las consecuencias resultantes de la grave alteración de la composición química de la atmósfera podrían incluir la eliminación parcial de la capa de ozono, crucial para protegernos de la peligrosa radiación ultravioleta del Sol.
Este escenario llevaría a la extinción de muchos organismos marinos, la reducción de las reservas de agua y generaría una cadena de eventos que conduciría al fin de la vida tal como la conocemos.
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