Por sedentarismo, creció un 25% la venta de analgésicos

Paracetamol, aspirina, ibuprofeno y diclofenac son los medicamentos de venta libre más consumidos para paliar los dolores musculares.

Aumento. Cada vez se consumen más medicamentos para paliar el dolor muscular.

Aumento. Cada vez se consumen más medicamentos para paliar el dolor muscular.

Unas 68 vuelta al balcón, caminar de la cocina a la habitación, abdominales en la alfombra, subir y bajar escaleras y yoga vía Zoom son algunas de las estrategias que encontraron los argentinos para evitar el sedentarismo durante la cuarentena. Sin embargo, por falta de espacio, tiempo y motivación, entre otras cuestiones, muchos no lograron armarse ninguna rutina y su cuerpo está estancado.

Tras más de dos meses de encierro, la consecuencia es que creció un 25% la venta de analgésicos para paliar el dolor muscular, según datos del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB).

“Los medicamentos para el dolor cuyo consumo aumentó durante la cuarentena son paracetamol, aspirina, ibuprofeno y diclofenac, que son la línea considerada leve o de venta libre. El consumo está disparado en un 25%. Lo preocupante es que los antiinflamatorios más poderosos, que son recetados, como por ejemplo el tramadol, también aumentaron en un 7%”, aseguró Marcelo Peretta, doctor en Farmacia y Bioquímica y secretario general de SAFYB.

“Los analgésicos pueden generar adicción porque necesitas más y más para sentir el placer que significa sacarse un dolor de encima”, agregó. Al respecto, explicó que los problemas traumatológicos derivados del encierro son altos y lo que sucede particularmente con los analgésicos es que pueden llegar a tener efectos secundarios que afecten al estómago, el corazón o la presión arterial. Por eso también, es muy importante que pese al temor del coronavirus, se continúen las visitas médicas de rutina.

Encuesta

Por otro lado, Peretta precisó que los efectos negativos del encierro, que pueden ser fobia, ataques de pánico y depresión, entre otros, se agravaron, por lo que continúa en aumento el consumo de psicofármacos tales como clonazepam o zoplicona.

Entre los medicamentos más demandados de este grupo, están los tranquilizantes y ansiolíticos, es decir, aquellos que son usualmente utilizados para calmar los nervios o para poder dormir. Por otro lado, también hay fuerte demanda de antidepresivos, especialmente en las grandes ciudades. En general, la radiografía del mercado muestra históricamente un mayor consumo en las urbes, pero hoy el confinamiento más estricto en ciertas zonas es una pieza clave de este aumento.

Otra de las consecuencias que trae consigo el sedentarismo, es el aumento de peso en la población. Según una reciente encuesta de la Sociedad Argentina de Nutrición de la que participaron casi 5.500 adultos de todo el país, se desprende que seis de cada diez argentinos aumentaron de peso durante la cuarentena. Según esta información, el 78,5% dijo haber aumentado de uno a tres kilogramos, el 18% subió de tres a cinco kilogramos, y un 3,5% más de cinco kilogramos.

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