13 de junio 2007 - 00:00

National Gallery saca las obras maestras a las calles de Londres

Sanson y Dalila, de Rubens
"Sanson y Dalila", de Rubens
La National Gallery de Londres lanzó un innovador plan para atraer a más visitantes a sus salas de exhibición, y sacará a las calles de la ciudad obras maestras de artistas como Caravaggio y Constable.

Durante 12 semanas, la prestigiosa institución colgará unas 30 réplicas de los cuadros más populares de su colección en los lugares más inesperados de Londres, transformando a la capital británica en una galería al aire libre.

Las obras contarán con protección "anti-graffiti".

La medida tiene como objetivo promover el arte en Londres y atraer a más personas a visitar las galerías de la ciudad.

"Nunca antes se había hecho algo así en ninguna ciudad", declaró Charles Saumarez Smith, director de la Nacional Gallery.

La inauguración se realizó hoy, tras colgarse el cuadro "Sansón y Dalila", de Rubens, frente a un pub de la céntrica Carnaby Street.

Cada uno de los cuadros contará con una placa de información, dando a conocer al público, el artista, fecha y lugar de creación de la obra.

Las placas también incluirán un número telefónico, al que se podrá llamar para escuchar una grabación de audio sobre la vida y anécdotas del artista.

Otras obras maestras que se podrán ver incluyen "Los Bañistas de Asnie'res" de Seurat, ubicado en la puerta de la juguetería Hamleys, en Regent Street, "Los Girasoles", de Vincent Van Gogh, en la sede del bar Caffe' Nero en Frith Street, y "Whistlejacket", de Stubbs, ubicado en el Cambridge Theatre, en Mercer Street.

La pintura "Salomé Recibe la Cabeza de Juan el Bautista", de Caravaggio, que muestra la historia bíblica de Salomé, será colgado cerca de un prostíbulo del Soho, para resaltar los intereses más oscuros del artista italiano.

La iniciativa fue posible gracias a una colaboración de la National Gallery con la firma HP, que reprodujo las pinturas.

Saumarez Smith afirmó que los orígenes del "Gran Tour" datan del siglo XVII, cuando las clases altas acomodadas viajaban por Europa durante meses y hasta años para cultivar sus gustos artísticos.

"Ahora, gracias a la National Gallery y a HP, vemos la idea del Grand Tour dada vuelta.

En lugar que el público busque al arte, el arte buscará al público, interrumpiendo sus actividades diarias y haciéndoles recordar los tesoros que tenemos a la vuelta de la esquina", concluyó.

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