18 de diciembre 2025 - 12:27

Quién es Enrique Shaw, el empresario argentino que será proclamado beato por el papa León XIV

Será el primer santo nacional vinculado al mundo empresarial. Ya se firmó el decreto que lo decide.

Enrique Shaw será beatificado por el Vaticano.

Enrique Shaw será beatificado por el Vaticano.

EC

La Iglesia Católica confirmó que Enrique Shaw avanzó de manera decisiva en el camino hacia la santidad y será beatificado, luego de que el Vaticano validó un milagro atribuido a su intercesión. El anuncio representó un hecho histórico para la Argentina y colocó a este empresario y padre de familia entre las figuras laicas más relevantes del catolicismo contemporáneo.

La causa de Shaw se inició hace más de veinte años y atravesó un proceso exhaustivo de análisis sobre su vida, su conducta y sus virtudes heroicas. Con la aprobación del milagro, el reconocimiento formal dio un paso clave que lo convirtió en el próximo beato argentino, una condición excepcional dentro del mundo empresarial.

Por qué el Vaticano decidió beatificar a Enrique Shaw

Dentro del procedimiento canónico, la beatificación implica que la Iglesia reconoce que una persona vivió de manera ejemplar el mensaje del Evangelio y autoriza su veneración pública en ámbitos determinados. Para alcanzar esta instancia, además de una vida de virtudes heroicas, resultó indispensable la comprobación de un milagro ocurrido por su intercesión.

En 2021, el entonces papa Francisco declaró a Enrique Shaw como Venerable, al constatar que su trayectoria estuvo atravesada por la fe, la coherencia personal y un fuerte compromiso social. La validación posterior del milagro permitió avanzar hacia la beatificación y consolidó su figura como referencia espiritual para el laicado.

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Enrique Shaw fue un reconocido empresario argentino.

Enrique Shaw fue un reconocido empresario argentino.

Quién fue Enrique Shaw

Enrique Shaw nació en París en 1921, en el seno de una familia argentina. Fue oficial de la Armada y más tarde se desempeñó como empresario, al asumir como gerente general de Cristalerías Rigolleau. Desde ese lugar promovió una visión innovadora del mundo del trabajo, basada en la dignidad humana, el diálogo social y la justicia.

Además, fundó la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) y participó activamente en la creación de la Universidad Católica Argentina, convencido de que la fe debía integrarse plenamente a la vida profesional y económica. Padre de nueve hijos, su testimonio combinó vida familiar, compromiso social y espiritualidad cotidiana.

Convencido de que el trabajo debía respetar la dignidad humana, promovió relaciones laborales basadas en el diálogo, la justicia y el respeto, incluso en escenarios de fuerte conflictividad social. Esa mirada se tradujo en decisiones concretas, ya que fue impulsor del salario familiar en la Argentina, una medida pionera que buscó que la remuneración contemplara no solo la tarea realizada, sino también la responsabilidad de sostener un hogar.

Para Shaw, el salario no podía reducirse a una cifra abstracta, sino que debía garantizar una vida digna. En 1955, durante el período de persecución religiosa que siguió a la quema de iglesias y al enfrentamiento entre el Estado y la Iglesia, fue detenido por su compromiso público con la fe católica.

También fue fundador y primer presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), desde donde promovió la Doctrina Social de la Iglesia en el ámbito económico. Su mensaje resultó contracultural: sostuvo que fe y empresa no solo podían convivir, sino que debían integrarse.

Cuando expresó su deseo de abandonar la actividad empresarial para trabajar directamente con los obreros, un sacerdote de la diócesis de Chicago lo exhortó a permanecer en su lugar, al considerar que su misión era transformar la empresa desde adentro. Ese dato adquirió hoy un valor simbólico, ya que esa diócesis es la de origen del actual Papa León XIV, quien lo definió como “un hombre providencial para nuestros tiempos”.

Siendo aún joven, Shaw padeció un cáncer grave y necesitó transfusiones urgentes. Los obreros de su empresa se ofrecieron espontáneamente a donar sangre para salvarle la vida. Aquel episodio se volvió emblemático y quedó sintetizado en una frase que trascendió: “Ahora soy feliz, ya que por mis venas corre sangre obrera”. Murió en 1962, a los 41 años.

El camino hacia la santidad en la Iglesia Católica

El proceso para ser reconocido como santo en la Iglesia Católica consta de cuatro etapas bien definidas:

  • Siervo de Dios: es el primer paso formal, cuando se abre la causa y se investigan documentos y testimonios sobre la vida del candidato.

  • Venerable: el Papa autoriza un decreto que reconoce la heroicidad de las virtudes o el martirio.

  • Beato: si no se trata de un mártir, se exige la comprobación de un milagro atribuido a su intercesión, generalmente una curación inexplicable, completa y duradera.

  • Santo: para la canonización se requiere un segundo milagro ocurrido después de la beatificación, lo que habilita el culto universal.

Con la aprobación del milagro, Enrique Shaw superó la tercera etapa del proceso y quedó a un paso de la canonización, un hecho inédito para un empresario argentino y un fuerte mensaje sobre la santidad vivida en la vida cotidiana.

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