21 de junio 2007 - 00:00
Secuestro express y robo en Caballito
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Personal de la Policia Federal hace peritajes en el auto en el que iban la hija de un jefe policial y su novio, que fueron asaltados en el barrio porteño de Caballito.
"Le encontraron la tarjeta de crédito y le preguntaron adónde podían ir a sacar plata.
El les dijo que había que ir a un cajero en el centro para sacarlos de la zona, porque tenía miedo de que se metieran en el edificio", contó a la prensa Gustavo, un vecino de Patricio.
Cuando los delincuentes iniciaron su marcha hacia el centro de la Capital Federal, la hija del jefe policial se arrojó del vehículo en movimiento, a la altura de la avenida Rivadavia y José Martí, en el barrio de Floresta.
Maitena llamó inmediatamente a su padre y luego se dirigió a la comisaría 40, con jurisdicción en la zona, para radicar la denuncia, por lo que la policía comenzó a trabajar de inmediato en la búsqueda del Volskwagen.
Sin embargo, los ladrones continuaron con su raid delictivo, ya que siguieron con el novio de la chica como rehén en su auto y se lo llevaron a recorrer cajeros automáticos, donde realizaron dos extracciones por un total de 800 pesos.
Según la policía y el vecino de la víctima, al llegar a la interseccióhn de Bolívar y la diagonal Julio A.
Roca se detuvo la marcha del Volskwagen Polo porque se quedó sin GNC, por lo que abandonaron el vehículo.
"¿Vos dónde vivís?", le preguntó uno de los asaltantes a Patricio y luego de que les diera la dirección de su casa, se subieron a un taxi con el muchacho de rehén y se dirigieron al domicilio para robar.
En ese momento, desde la comisaría 40, la chica llamó al celular de su novio, que fue atendido por uno de los delincuentes que le dijo que si quería volver a verlo juntara 2.000 dólares.
Por esa extorsión, se convocó a la División Antisecuestros y al fiscal federal de turno, Alberto Di Lello, que ante un eventual secuestro dispuso de inmediato la intervención de las líneas telefónicas de la familia de Waddle.
Al llegar al edificio en Thorne 378, a metros de la avenida Pedro Goyena, de Caballito, subieron al departamento del muchacho, en el séptimo piso, donde se encontraban sus padres, su hermana y una amiga de ésta que se había quedado a dormir.
Ya en el interior del departamento, los asaltantes amenazaron a la familia con el revólver 38 que portaban y se dieron a la tarea de juntar dinero, electrodomésticos y alhajas.
En ese momento, ante el supuesto secuestro del joven, la policía llamó al departamento de los Waddle para asesorar a la familia y saber si los delincuentes se habían comunicado por el rescate, pero advirtió que algo sucedía allí porque primero no contestaban y después cortaban el teléfono.
Cuando los ladrones llevaban cerca de 40 minutos en el departamento y ya eran cerca de las 5:00, un patrullero de la comisaría 12 llegó al edificio y los policías le pidieron a los vecinos que les abrieran la puerta de acceso.
Un vecino contó que su esposa lo despertó y él fue quien arrojó sus llaves por el balcón, tras lo cual los efectivos pudieron atrapar a los delincuentes cuando estaba listos para escapar con el botín.
Según el vecino, los asaltantes resolvieron irse porque "cuando estaban sacando un televisor por el ascensor, uno de ellos agarra un bolso, entonces Patricio aprovechó, lo empujó y cerró la puerta".
Al mismo tiempo, los vecinos empezaron a comunicarse entre ellos para que nadie saliera de su departamento, ya que había asaltantes sueltos en el edificio.
Un jefe policial contó que los asaltantes tienen 23 y 15 años, el mayor posee antecedentes y el adolescente varias entradas en instituto de menores.
En poder de los delincuentes fueron secuestrados un revólver calibre 38, 5.000 pesos y 2.000 dólares, alhajas y un televisor 20 pulgadas.
Fuentes policiales dijeron que la hija del jefe policial y su novio resultaron ilesos y señalaron que los detenidos quedaron en la comisaría 40 a la espera de ser llevados a los Tribunales.
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