El Gobierno anunció ayer lo que parece ser la primera parte de su plan de estabilización. Un plan que estaría enfocado en lo fiscal y cambiario (planteó la necesidad de eliminar el déficit de 5,5% del PIB que, según el ministro Caputo hoy se registra), pero que deja abierta la puerta para una escalada inflacionaria. Con el foco puesto en una nueva cotización para el dólar oficial, el impacto más importante vendrá por el incremento de precios y lo que podría denominarse los aumentos de segunda ronda. Como se dijo en otras oportunidades, el objetivo es el cambio de los precios relativos de la economía, es decir, aquellos que forman parte necesaria del resto de los precios de los bienes y servicios de la economía. Dólar y energía (se anunció quita ¿progresiva? de subsidios) tendrán nuevo precio en pesos. Al tiempo que los salarios y los ingresos de los hogares irán hacia abajo. Es decir que podría pensarse que se trata de un reacomodamiento regresivo. También, el presidente Javier Milei ha planteado el modelo económico de la estanflación, es decir, inducir a un estancamiento económico que, en teoría, pondría techo a la puja distributiva y, por ende, a las presiones inflacionarias de naturaleza salarial.
Las medidas del ministro Caputo y la ¿buscada? licuación inflacionaria
Con el foco puesto en una nueva cotización para el dólar oficial, el impacto más importante vendrá por el incremento de precios y lo que podría denominarse los aumentos de segunda ronda.
-
Una a una, las 10 medidas que anunció Luis Caputo
-
Un ajuste que llegaría a 5 puntos del PBI e incluye aumentos de impuestos
De fondo, habrá que hacerse una pregunta: con tantos factores que empujarán una inflación desmedida, ¿cuáles son los elementos que pensó el Gobierno para contrarrestar esa ola que impactará en los hogares de clase media y baja? De fondo, queda la duda: ¿y si lo que se busca es un fogonazo inflacionario que contribuya a licuar gasto público y la deuda emitida por el Banco Central? ¿Y si el énfasis del plan está en un “sinceramiento brutal” de dólar y tarifas pero queda sin potencia en otros aspectos?
Tal como anticipó Ámbito, el Gobierno fijó ayer el tipo de cambio oficial en los $800. A pesar de que se trata de un inmenso salto cambiario con fuerte connotación inflacionaria, sólo constituye un punto de partida. Es que esa cotización comenzará hoy mismo a cambiar. Y lo hará en forma ascendente. Fuentes de Economía señalan que el objetivo es que ese valor ajuste en torno al 2% mensual, pero no hay garantías. El esquema se completa con un Impuesto PAIS que subirá al 17,5%, esto llevará al dólar importador a la zona de los $940. Mientras tanto, los dólares de exportación tendrán una retención del 15% (resultante de la liquidación de 80% MULC y 20% CCL), lo que arroja un valor de $860 (la soja queda con el 30% de retenciones). ¿Qué ocurre con el dólar tarjeta? Aunque se elimina Bienes Personales, el Impuesto PAIS rige por el 30% y hay que sumar un 35% Impuesto a las Ganancias, lo que lo deja en $1.320.
Habrá que sumar a ello los anuncios que hoy hará el Banco Central. Al margen del crawling peg anunciado más arriba, se supone que no habrá cambios en la tasa de interés, lo que la tornará negativa en términos reales, un incentivo adicional para correr al dólar. Vinculado con esto último, el plan económico del presidente Milei propone un recurso novedoso para saldar la deuda con importadores, esto es, emitir bonos ¿en dólares? que cotizarán en pesos y que podrán ser canjeados para cancelar las obligaciones respectivas. A mayor plazo de espera en el canje, menor pérdida.
En cuanto a la cuestión fiscal, podría pensarse que, al margen de los recortes anunciados en ministerios, se anunció la no renovación de los contratos laborales del Estado con un plazo menor a un año de vigencia, la suspensión de la pauta oficial, la reducción de las transferencias discrecionales a las provincias y el freno a la obra pública licitada pero no comenzada. En este plano, a última hora se anunció que se mantendrá en 30% las retenciones a la soja y se aplicará 15% de retenciones al resto. También se sumarán ingresos por la revisión de la reforma que se hizo de Ganancias y por Bienes Personales, la moratoria y el blanqueo que se llevará a cabo. Sin embargo, una cuenta rápida bien podría dejar planteada la pregunta: ¿qué grado de importancia le dará el Gobierno de Javier Milei a la licuación inflacionaria? Esta parece ser, hasta ahora, la carta más importante.
- Temas
- Luis Caputo
- Inflación
- PBI
Dejá tu comentario