¿Todos los pacientes son candidatos para aplicarse botox?
La toxina botulínica la pueden usar hombres y mujeres adultos que quieran prevenir -o tratar en el caso de que ya tengan marcas- las arrugas que se generan por el movimiento de los músculos.
La toxina botulínica la pueden usar hombres y mujeres adultos que quieran prevenir -o tratar en el caso de que ya tengan marcas- las arrugas que se generan por el movimiento de los músculos.
Cada vez más, la toxina botulínica se indica -de manera preventiva- en pacientes jóvenes, con el tratamiento llamado “baby botox”. A partir de los 30 años, aproximadamente, se comienza con dosis bajas para buscar desacelerar el proceso de envejecimiento facial que se inicia a los 25 años y así evitar las futuras marcas en la piel.
En pacientes jóvenes, a partir de los 30 años, se recomiendan cada 6 a 8 meses, mientras que en los de 40 a 45 años, se sugiere cada 4 meses.
Se puede aplicar todas las veces que sea necesario a lo largo del tiempo, pero se ha visto que pacientes que realizan el tratamiento a lo largo de los años pueden experimentar cierta resistencia por parte organismo y, por lo tanto, que el efecto dure menos tiempo que el esperado.
No, la toxina trabaja sobre los músculos de la expresión facial, sobre todo, en los de la frente, entrecejo y patas de gallo, y promueve su relajación. Por lo tanto, da un aspecto descansado al rostro, sin otorgar volumen como sí lo hacen los rellenos (ácido hialurónico o la hidroxiapatita de calcio).
Las áreas más comunes son frente, entrecejo y patas de gallo, arrugas alrededor de la boca (más conocidas como “código de barras”), en las bandas del cuello, en los músculos maseteros (para afinar el rostro y mejorar el bruxismo) y en el mentón.
Las técnicas de aplicación que se emplean actualmente permiten alcanzar resultados muy naturales, que dejan movilidad en las cejas y otorgan un resultado muy natural.
La única forma de tratar las arrugas dinámicas del rostro, es decir, las que se generan durante el movimiento de algunos músculos, es únicamente con este producto, no hay otros. Como consecuencia, es el procedimiento de medicina estética más solicitado en el mundo.
Hay muy pocas contraindicaciones para su uso, sobre todo, en pacientes alérgicos a la proteína del huevo y en aquellos que presenten patologías neuromusculares muy específicas. Por ser muy seguro, se puede emplear en casi todos.
Existen varias marcas, con distintas presentaciones, en donde fijan la toxina con distintas proteínas para que mantenga la estabilidad en el tiempo, por caso, algunas necesitan frío y otras, no.
No, las dosis que se emplean son muy bajas y se aplican de manera local en las zonas a tratar, es decir, es muy segura y no hay posibilidad de generar botulismo.
Médico cirujano plástico, Hospital Churruca-Visca. Miembro de la Sociedad Argentina Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.
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