Córdoba vivirá un boom de turismo este fin de semana largo. En toda la provincia se suman propuestas de enoturismo, ecoturismo, turismo religioso y trekking para disfrutar de los días de descanso entre las sierras.
Finde XXL: cinco actividades imperdibles para disfrutar en Córdoba
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Recorrer la Ruta del Vino
Los caminos del vino de Córdoba permiten descubrir los paisajes serranos en que se gestó la cultura vitivinícola del país. Poder transitarlos es una oportunidad para percibir los aromas y sabores que identifican el vino de la provincia.
Se propone seguir un recorrido a través de distintas bodegas para disfrutar de este producto desde sus raíces. La experiencia posibilita conocer las técnicas de elaboración y otras curiosidades en boca de las familias productoras.
Los participantes del tour aprenden sobre hitos como la invención del lagrimilla, una bebida que bien puede considerarse el primer vino de Latinoamérica. Las crónicas de época dan cuenta de que era tan fuerte que provocaba lágrimas.
La ruta vitivinícola debe contar con una parada clave en la Estancia Jesús María, la bodega más antigua de Argentina. En sus terruños, a principios del siglo XVII los religiosos mejoraron las cepas que habían plantado los pioneros españoles.
Viajar sobre la senda enológica es un hack que rescata memorias de otros tiempos, con ocasión de percibir sensaciones intensas, como aquellas que generan el aire puro de las sierras y el aroma de sus flores y hierbas.
Se trata de marcas que permean en las viñas y así le otorgan carácter al vino cordobés. Para explorar esta faceta histórica de la provincia, existen opciones como sumarse a las excursiones que ofrecen agencias como Nativo Viajes.
En este fin de semana largo, la empresa propone la experiencia de “Los Caminos del Vino del Norte”, que tiene un precio que parte desde los 4.750 pesos. Es una alternativa ideal para interiorizarse sobre el legado de los jesuitas.
También, demuestra la influencia de los inmigrantes italianos que llegaron a Colonia Caroya, donde iniciaron un tipo de producción artesanal sobre la base de cepas no convencionales, con preferencia por la uva frambua.
Con esa idea se visita la tradicional bodega La Caroyense, que produce vinos desde 1930. Luego, se recorre Terra Camiare, un proyecto de alta sofisticación tecnológica que se consolida tanto a nivel nacional como internacional.
Trekking a Los Gigantes
“Los Gigantes” es una formación granítica que se deja ver entre llamativas siluetas y senderos que parecen laberintos. Tiene unos 350 millones de años y se halla en el extremo norte de las Sierras Grandes.
Estas características lo convierten en uno de los centros de escalada más importantes del país. Sus paredes suman unas 400 rutas equipadas que resultan ideales para practicar esta actividad.
Para llegar al punto más alto del macizo, que es el Cerro Mogote, uno de los caminos favoritos es el Sendero Norte. Se accede vía la zona de “Casas Nuevas”, donde la familia Bazán presta su ayuda para dar inicio a la expedición.
La travesía se extiende por cuatro horas. Requiere cruzar pendientes, arroyos y valles. Tras una serie de escaladas se llega a la cima, que se ubica a 2.374 metros sobre el nivel del mar. Se recomienda contratar un guía habilitado.
En ese sentido, una de las experiencias de trekking que se pueden disfrutar en el área es la excursión que brinda Polylepis Trip & Adventure. Tiene una duración de un día, durante el que se asciende al Cerro Mogote.
El desafío también empieza en el puesto de los Bazán rumbo al Sendero Norte. Se atraviesan rincones como la Cuesta de los Caracoles, el Cerro Bola y el Refugio Nores. Tras ello, se alcanza la cumbre.
Luego de disfrutar del logro, se desciende por la Cuesta del Perro hacia Casas Nuevas, donde finaliza el trekking. Es importante saber que la dificultad de esta excursión es alta, con caminatas que superan las ocho horas de actividad.
Disfrutar del Oktoberfest
Villa General Belgrano se ubica 90 km al sudoeste de la Ciudad de Córdoba. Resulta accesible a través de una ruta caracterizada por una serie de pasajes ocultos entre las sierras y la calma azulada del lago Los Molinos.
Pasear por la ciudad posibilita apreciar su impronta centroeuropea en un sinnúmero de expresiones. Es un sello que se observa en la arquitectura de sus casas, los menús de cafés y restaurantes y en torno a sus celebraciones.
Uno de sus eventos diferenciales es el Oktoberfest, la Fiesta Nacional de la Cerveza. Comenzó el viernes 30 de septiembre y continuará su curso hasta el lunes 10 de octubre, por lo que coincidirá con el fin de semana largo.
Quienes visiten la ciudad en esos días encontrarán desfiles de música y danza, entre otras manifestaciones del legado alpino que distinguen a este rincón del Valle de Calamuchita.
Es clave degustar variedades de cerveza, platos típicos y las delicias legadas de la repostería centroeuropea, como el strudel o la torta selva negra. El abanico de exquisiteces complementa un sinfín de atracciones para participar en familia.
Para acceder al escenario principal del Oktoberfest, los precios de las entradas rondan entre los 1.600 y los 4.000 pesos por jornada. Las del fin de semana largo cuestan 3.000 pesos. Además, se pueden adquirir abonos.
La fiesta contará con una grilla de renombre: el viernes 7 se presentará Miranda y el sábado 8, La Bersuit. Luego, les seguirán Vilma Palma e Vampiros y Los Pericos, que tomarán la posta el domingo 9 y el lunes 10, respectivamente.
A las bandas las acompañarán asociaciones anfitrionas como grupos de baile, orquestas, gaiteros y zapateadores. En tanto, quienes tengan la posibilidad de permanecer hasta el martes 11, podrán disfrutar de Philharmonie y The Beats.
Descubrir el Parque Nacional Ansenuza
El Parque Nacional Ansenuza constituye una nueva Área Natural Protegida que comprende más de 660 mil hectáreas. Abarca la laguna Mar Chiquita o Mar de Ansenuza, de aguas saladas y por ello un verdadero mar interior de alto impacto visual.
La zona posee gran diversidad ambiental. Además del gran espejo salino, contiene cauces de ríos, otras lagunas, playas barrosas, matorrales de arbustos y cardones, bosques chaqueños, pastizales y sabanas.
El conjunto permite explorar continuidades y contrastes, con foco en la riqueza de su fauna silvestre. Un dato central es que en Ansenuza se encuentra el 60 por ciento de las especies de aves migratorias y playeras del país.
Unos 350 mil ejemplares de flamencos australes habitan el humedal. En plan de ecoturismo se observan águilas negras, garzas y cisnes de cuello negro, así como falaropos, que llegan en bandadas partiendo desde Canadá.
Entre los animales terrestres se avistan gatos monteses, nutrias, hurones, pecaríes, zorros grises, pumas y hasta el aguará guazú, el mayor de los cánidos de América del Sur. Se lo vincula con mitos y leyendas por su profundo aullido.
La inmensidad del Parque también se presta para llevar adelante excursiones acuáticas rumbo a costas lejanas, entre ruinas inundadas, árboles petrificados y otras composiciones que le otorgan una atmósfera inquietante.
Turismo religioso
En Córdoba, la religión es fundacional. Las diferentes órdenes que llegaron a la actual capital configuraron la tradición de la Docta. Uno de los hitos de este legado es la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús o “de los Capuchinos”.
Su construcción inició en 1926, mientras que su inauguración data de 1933. La diseñó el arquitecto Augusto Ferrari con influencias góticas y románticas. Entre sus detalles, sobresale una gran aguja que perfora el cielo cordobés.
Actualmente, la Iglesia permite apreciar sus distintivos mediante recorridos, como por ejemplo un ascenso de 182 escalones que lleva a la Torre Mirador. Desde lo más alto se accede a una vista imponente de la ciudad y las sierras.
Otro hito del circuito religioso local es la Catedral, cuyo nombre original es Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Esta joya de la arquitectura colonial se inauguró en 1580, aunque sus últimos detalles fueron añadidos en 1914.
La basílica de San Francisco también es diferencial. Su construcción concluyó en 1794. Es post-colonial, con un estilo clásico que respeta los cánones académicos. Cabe señalar que atesora un archivo de gran antigüedad y riqueza.
El tour puede continuar por la vía “De los Monasterios”, con paradas obligadas en el Monasterio de Santa Catalina de Siena y el de las Hermanas Carmelitas Descalzas de San José.
La Iglesia de la Compañía de Jesús es otro imperdible. Integra el conjunto de edificios de la Manzana Jesuítica y data de 1672. Su rica ornamentación interior contrasta con la austeridad de la fachada, de estilo romántico sencillo.
Un buen cierre para esta propuesta puede ser la Capilla Doméstica, otra joya del patrimonio jesuítico. De estilo barroco americano, fue terminada en 1645. Sus paredes resguardan la imagen del fundador de la orden, San Ignacio de Loyola.
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