24 de noviembre 2025 - 14:30

El ejercicio que le aportará un plus a tu entrenamiento para no terminar con tensiones inesperadas

Con este simple agregado a tu rutina de actividad física podés resolver contracturas y dolores peligrosos para el cuerpo.

Un simple ejercicio de yoga ideal para descontracturarse.

Un simple ejercicio de yoga ideal para descontracturarse.

Imagen: Freepik

En el entrenamiento, es clave darle al cuerpo no solo el estímulo para crecer o mejorar, sino también el espacio para recuperarse. Si solo te concentras en levantar peso, correr o hacer tus rutinas habituales, podrías terminar acumulando tensiones musculares que se manifiestan como contracturas.

Por eso, estirar al final de tu entrenamiento es tan importante: ayuda a liberar la rigidez, mejora la movilidad y previene molestias futuras. En ese sentido, hay una postura de yoga súper sencilla pero poderosa para cerrar tus sesiones con tranquilidad: se trata de la postura del cocodrilo.

Estiramiento
Una pose de yoga ideal para descontracturar después del entrenamiento.

Una pose de yoga ideal para descontracturar después del entrenamiento.

La postura del cocodrilo: de que se trata esta actividad

La postura del cocodrilo, conocida también como Makarasana, es una asana de relajación muy accesible y muy útil para liberar tensión. Para hacerla, simplemente te pones boca abajo sobre una colchoneta, cruzás los brazos delante del cuerpo y apoyás la frente o la mejilla sobre ellos. El abdomen descansa, las piernas se estiran y los talones se separan ligeramente.

Mientras sostenés esa posición, respirás de manera profunda y pausada, activando la respiración diafragmática: cada inhalación expande el abdomen y cada exhalación permite que tu peso se “suelte” contra el suelo. Esa combinación de postura y respiración ayuda a que tu sistema nervioso se calme y que se libere la tensión acumulada en la parte baja de la espalda.

Los beneficios de agregarla a tu entrenamiento

Agregar la postura del cocodrilo a tu rutina de recuperación aporta varios beneficios. Primero, es ideal para desactivar contracturas musculares: al descansar sobre el suelo con una respiración controlada, se alivia la presión en la zona lumbar y se relaja la musculatura que suele estar sobrecargada después de entrenar.

Además, favorece la respiración diafragmática, lo que no solo ayuda a relajar el cuerpo, sino también a reducir la ansiedad y mejorar la concentración. Por último, su práctica regular promueve un equilibrio interior: al permitir que el sistema nervioso parasimpático se active, puede contribuir a bajar los niveles de estrés y favorecer una sensación general de calma.

Dejá tu comentario

Te puede interesar