21 de septiembre 2025 - 17:00

Gatos y felicidad: el impacto de las mascotas en tu autoestima, cerebro y calidad de vida

La compañía felina estimula la hormona del amor, reduce el estrés diario, ayuda a mantener la mente activa y fortalece el equilibro emocional.

Interactuar con gatos mejora la comunicación, fortalece vínculos afectivos y aporta un efecto calmante que beneficia nuestra salud emocional y física. 

Interactuar con gatos mejora la comunicación, fortalece vínculos afectivos y aporta un efecto calmante que beneficia nuestra salud emocional y física. 

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La compañía de una mascota influye directamente en nuestra salud mental y bienestar. Entre ellas, los gatos se destacan por su carácter independiente y a la vez afectuoso, generando un vínculo que puede impactar positivamente en nuestra vida diaria.

Estudios científicos recientes muestran que convivir con felinos mejora el estado de ánimo, la autoestima y, además, tiene efectos medibles en el cerebro, estimulando la liberación de hormonas asociadas con la felicidad y reduciendo el estrés. Así, más allá de su ternura, estos animales son verdaderos aliados para ayudarnos en el día día, ofreciendo apoyo incondicional en momentos de ansiedad o soledad. ¡Descubrí todos los detalles!

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¿Cómo impacta en nuestro cerebro tener de mascota a un gato?

Aunque los gatos suelen ser más reservados que los perros, algunas investigaciones recientes revelan que el vínculo entre humanos y felinos está mediado por la química cerebral, particularmente por la oxitocina, conocida como la “hormona del amor”. Esta sustancia no solo se libera en relaciones entre personas cercanas, como entre madres e hijos o amigos, sino también durante interacciones con animales, generando confianza y bienestar.

Según Laura Elin Pigott, profesora titular de Neurociencias y Neurorrehabilitación de la Facultad de Salud y Ciencias de la Vida, Universidad South Bank de Londres, en un artículo en "The Conversation" explicó que un análisis, realizado en Japón, demostró que breves sesiones de caricias de los tutores con compañeros de cuatro patas aumentan este compuesto en el organismo.

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"Un estudio de 2002 también descubrió que esta descarga de oxitocina por el contacto suave con un gato ayuda a reducir el cortisol (la hormona del estrés), lo que a su vez puede bajar la presión arterial e incluso disminuir el dolor“, detalló la especialista. Además, se activa el sistema nervioso parasimpático, promoviendo la relajación y facilitando la conciliación del sueño.

Por otro lado, la convivencia con animales tiene efectos más amplios en el cerebro. Un estudio de la Universidad de Ginebra sugiere que los dueños de felinos mantienen sus habilidades cognitivas más ágiles, como la fluidez verbal, y que la interacción diaria puede actuar como amortiguador frente a la ansiedad y la depresión.

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