Romper un espejo puede generar un susto más emocional que material. Desde hace siglos, se asocia ese accidente con siete años de mala suerte, una creencia que aún se mantiene viva en muchas culturas. Pero lo que muchos no saben, es que existen formas de revertir la energía negativa y, de paso, darle una segunda vida al objeto dañado.
¿Rompiste un espejo? Así podes eliminar la mala suerte y convertirlo en algo nuevo con este truco de reciclaje
Las supersticiones aseguran que trae desgracia, pero hay formas de revertir eso y hasta transformarlo en arte.
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Hay una manera de eliminar la mala suerte si rompes un espejo y de paso lo podés reciclar.
Más allá del mito, muchos aprovechan este tipo de situaciones para hacer una limpieza simbólica en casa. Los fragmentos pueden transformarse en objetos decorativos, si uno se pone creativo. De esta forma, se reemplaza el miedo por la acción de reciclar y renovar los espacios con algo que antes se consideraba un mal augurio.
¿Cómo reciclar un espejo?
La tradición dice que la mala suerte desaparece si los pedazos del espejo se levantan inmediatamente. Según las creencias populares, para cortar la mala energía hay que juntar los fragmentos con cuidado, ponerlos dentro de una bolsa de tela o papel y enterrarlos o tirarlos al agua corriente, como un río o arroyo. También se habla de esparcir sal sobre los restos o dejarlos al sol unas horas para "limpiar" la energía.
De todas formas, más allá de las supersticiones, esos mismos pedazos pueden tener un nuevo propósito. Con guantes gruesos y papel de diario para protegerte, podés reciclar los fragmentos y transformarlos en mosaicos decorativos. Algunas de estas ideas incluyen revestir el marco de un cuadro, decorar bandejas, mesas o macetas, o incluso crear un espejo nuevo combinando las diferentes piezas.
Otra opción muy práctica es usar los fragmentos más chiquitos como adornos en el jardín, ya que al colocarlos entre las plantas o sobre piedras, generan un juego de luces que le da más brillo y textura al espacio.
La superstición del espejo roto viene desde la Antigua Grecia y Roma, donde se creía que el reflejo contenía parte del alma. Los romanos decían que la vida se renovaba cada siete años, por eso duración de la mala suerte.
Pero hoy en día romper un espejo puede verse como una oportunidad para crear algo nuevo. El gesto de reciclar no solo ayuda al medioambiente, sino que también transforma una situación negativa en una expresión artística.
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